El deber de ser ciudadano

Por: Francisco Javier Rauda Larios


Comencemos con la pregunta:

¿Qué significa ser ciudadano?

Según el diccionario, es la persona que ha nacido o vive en una ciudad. Así de simple.

Pero, seamos honestos, de verdad será así de simple ser ciudadano.

Me permitiré hacer un poco de contexto.

Estamos viviendo una época de grandes cambios, sobre todo tecnológicos, y, de alguna manera u otra, dichos cambios están generando cierta inestabilidad política, económica y, aunque no lo queramos reconocer, social. Y muy seguramente, aunque bien puedo estar equivocado, coincidiremos estimado lector en el hecho de que la gran mayoría, por no decir todos, deseamos volver al equilibrio, a la estabilidad.

Lo que todos debemos entender es que dicho equilibrio debe ser dinámico, si no fuera así seguiríamos en la prehistoria. La humanidad ha progresado gracias a las crisis y a la necesidad de superar las tenciones que éstas generan.

Por otra parte, al menos en México, considero yo, enfrentamos otro problema, el hecho de que la gran mayoría los ciudadanos mexicanos “esperan” volver a la estabilidad mientras que unos pocos quieren, y lo subrayo, lograrla.

Quizás, o quizás no, se preguntará amable lector, ¿cuál es la diferencia?

Permítame explicarlo.

Según mi modo de ver las cosas, la diferencia está en que aquellos que “esperan” volver a la estabilidad, hacen precisamente eso, esperar. No se involucran en el proceso, no participan activamente, ni proponen posibles soluciones; por el contrario, se quejan airadamente de las deficiencias del sistema y exigen denodadamente sus derechos ciudadanos.

Pero. como ciudadanos, no solo tenemos derechos, también tenemos obligaciones.

Retomando la definición hecha al inicio del presente artículo, creo firmemente que no basta solo con nacer o vivir en una ciudad, o país, debemos participar activamente en su desarrollo. Tristemente muchos de nosotros contribuimos, contrariamente, a su deterioro y, como reza el refrán, en el pecado llevamos la penitencia.

Con base en lo expuesto hasta aquí, retomo ahora la pregunta y, a su vez, le cuestiono, usted estimado lector, ¿cómo ejerce su deber ciudadano?

¿Cómo contribuye usted al desarrollo o estancamiento de la sociedad en la que vive?

¿Qué hace usted para inspirar y mover a otros a ejercer, de manera constructiva, dicho deber?

¿Es usted de los que quieren y hacen en pro del desarrollo de la sociedad, o solo espera que suceda?

Para finalizar, le haré un último cuestionamiento:

¿Imagina Usted cómo será el futuro de nuestra sociedad si solo esperamos que algo pase?

Por su tiempo y atención, muchas gracias. Hasta la próxima.

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