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En la actualidad nos encontramos en momento de un alto desarrollo de la Ciencia y la Tecnología. Basta observar las grandes innovaciones en el campo de la informática y en las maneras cómodas y ágiles de las comunicaciones.

Por otra parte, el despertar espiritual a través de la práctica del Yoga y la Meditación que promueven distintas escuelas como la Gran Fraternidad Umana(GFU), parecen hacer surgir un nuevo movimiento del despertar de la conciencia humana.

Para muchos la Ciencia y la Espiritualidad son dos formas incompatibles de obtención de conocimiento. La primera asociada a los mecanismos de la razón y la experimentación, y la segunda asociada al ejercicio del ser sus expresiones.      

Sin embargo, en la Educación tenemos muy claro que se busca: 1) En lo interior, que la persona sea cada vez un mejor ser humano, y 2) En lo exterior, que el individuo conozca su realidad, para lo cual las diferentes ciencias aportan valiosos elementos, y además que se integre y participe en la búsqueda de una sociedad más libre y más justa. Esos dos aspectos no van separados, van íntimamente ligados.

El conocimiento del presente, la realidad, sus problemas, y la capacidad para transformarla en beneficio de los seres humanos y la sociedad es la premisa. Ser Humano define estos dos aspectos: El Ser y su expresión en el espacio tiempo en lo humano. El Individuo y la Sociedad en la que vive son dos elementos inseparables de la persona. La espiritualidad encuentra en la sociedad su razón de ser como. consciencia plena.

Concebir la Ciencia sólo como un instrumento de la racionalidad, y la demostración experimental de la materia, es ignorar todas las demás posibilidades del conocimiento y sus procesos. La intuición creadora y las posibilidades del arte son una aproximación mejor a la naturaleza del ser.

Hay una serie de grandes confusiones, nacidas y derivadas de no comprender de manera clara los procesos históricos y sociales que ha tenido la humanidad, que, a pesar de todo, avanza y se desarrolla acorde a sus circunstancias.

Los momentos actuales son mucho mejores que los anteriores. Siempre han existido guerras, enfermedades, hambrunas, ignorancia y explotación. Nada más que hoy por las agiles y fáciles comunicaciones nos enteramos de todo lo que sucede en el mundo, y eso crea una fuerte angustia de la magnitud de los problemas que padece hoy la humanidad.  

No estar al tanto de los avances de la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas, es vivir fuera de la actual realidad, y sobre de todo de la posibilidad de construir una buena relación con las nuevas generaciones.

La desmitificación y comprensión de los procesos religiosos y sociales es una gran tarea para esta el inicio de esta era.  El ejercicio económico y del poder subyace en los grandes retos que se tienen que conocer y aprender para quienes tendrán la Misión de ser los nuevos guías espirituales del mundo.

Establecer una relación entre la razón y la consciencia como bases del conocimiento y la espiritualidad. Analizar y reflexionar sobre las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales en que se encuentra nuestra sociedad. Tratar de comprender, sentir y darle vida a nuestra espiritualidad en esta segunda década del siglo XXI, son parte de la ocupación que debe atender hoy el ser humano.

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