Más de 450 años de celebración
Por: Elizabeth Zamudio Olivares, Cronista de Ciudad Hidalgo
En la antigua calle del Hospital del pueblo de Taximaroa, hoy Leandro Valle de Ciudad Hidalgo, se encuentra mirando hacia el oriente, el Santuario de La Inmaculada Concepción, que fue la capilla del hospital de indios de Taximaroa por más de 400 años.
El nombre del hospital fue Cofradía de la Purísima Concepción y fue puesto bajo la advocación de Santa María de la Concepción, como era regla general en la Nueva España. En su segunda visita a Taximaroa, don Vasco de Quiroga vio terminadas las obras de la parroquia de San José y parte del convento alrededor de 1550, así que, pidió la construcción de un templo consagrado a la Purísima Concepción cuya imagen él hizo venir de Pátzcuaro para que fuera colocada en ese lugar, hoy Santuario.
Desde los primeros tiempos, la fiesta de la Purísima Concepción estaba entre las tres más importantes del pueblo de Taximaroa, se celebraba anualmente con gran devoción por sus habitantes cada 8 de diciembre, las cofradías encabezaban nutridas procesiones con la imagen de la virgen que llevaban en hombros cuatro nativos principales.
Durante la colonia y hasta el primer tercio del siglo pasado, la capilla era conocida como “la virgen del hospital”, no se tiene la fecha exacta, ni tampoco hay un documento que avale que dicha capilla fue elevada a Santuario, lo cierto es que para 1940 ya se le conocía como “Santuario de la Inmaculada” y así es hasta nuestros días.
La virgen del santuario tiene fama de ser muy milagrosa, no de ahora, sino de siglos atrás, así lo dice la relación elaborada que se hizo en 1754 cuando se llevó a cabo la secularización de la parroquia de San José Taximaroa, al referirse al Hospital dice: había una milagrosísima imagen de Ntra. Sra. De la Concepción, con un vestido blanco de tela nueva con varios colores, tiene una corona de plata sobredorada, matizada con piedras azules y verdes, una media luna de plata grande colocada a sus pies, dos pares de arete de oro y una cruz de lo mismo, así como un rosario de colores nuevos.
Los testimonios orales siguen confirmando la efectividad de la virgen del Santuario en su intersección entre los feligreses y el Padre Celestial, por eso es visitada todos los días por los parroquianos en apuros difíciles, que con gran devoción acuden a ella en busca de un milagro; igualmente, van a darle las gracias los que ya lo obtuvieron y a pagar su manda la cual puede ser la donación del vestido que estrenara el 7 de diciembre en su procesión y víspera de su fiesta.
Aseguran desde hace varias décadas, quienes se han encargado de cuidar el Santuario y los cambios de vestido, que las sandalias y la ropa de la virgen, en varias ocasiones, los encuentran sucio de tierras y pasto, se tiene la creencia de que sale en algunas ocasiones a caminar por las noches; también se dice, que la virgen sigue con la mirada a algunas de las personas acongojadas que acuden en busca de su ayuda, lo que sí es verdad es que tiene un rostro bello, sonriente, agradable que da mucha confianza; también tiene sus propias leyendas y anécdotas.
Es muy querida por el vecindario, se le adjudican muchos milagros, uno de ellos está documentado en el año de 1953 y desde entonces ella recibe un vestido nuevo cada 7 de diciembre, aquí inicia una bella tradición.
La historia se conoce como la niña del milagro, ya que estando de visita en Ciudad Hidalgo con sus padres, enfermó de poliomielitis a los dos años de edad y los doctores de la ciudad de México no pudieron hacer nada por ella, su mamá la señora Sara Vega Merlos y su esposo deciden como último recurso entregar su fe a la virgen del Santuario, ya que tenían conocimiento de las innumerables muestras de amor que ella otorgaba a sus hijos, desde tiempos pasados, y se atreven a pedirle la cura completa de su hija y a cambio ellos se comprometen a regalarle un vestido nuevo cada año mientras Dios les preste vida.
¡Y el milagro se dio! la niña recuperó por completo la salud, sin ninguna secuela; la familia vivía y vive en Nuevo Laredo, sus progenitores son originarios de Ciudad Hidalgo y cumplieron su promesa regresando cada año en víspera de la fiesta del 8 de diciembre, con el vestido nuevo, así fue hasta el 2014 cuando por motivos de salud ya no pudieron viajar, entonces, su nuera Ángeles y su esposo se comprometieron a continuar con esta encomienda amorosa y seguir con la tradición familiar hasta que físicamente les fuera imposible hacerlo.
La tradición de la familia Vega terminó de manera inesperada en la primavera del 2021 y no fue su decisión, sino voluntades terrenales que suelen suceder, pero la historia de fe y amor a la virgen del Santuario continua por la comunidad parroquial, este año lo donó la familia Escutia García, es bueno que la población esté enterada que ya existe una lista en la cual se pueden apuntar para la donación del vestido, al día de hoy ya está cubierto el 2024 y 2025 y así sucesivamente irán ocupándose los años consecutivos.
La solemne festividad inicia el día 29 de noviembre, con el novenario que termina el 7 de diciembre, cada día llegan procesiones de diferentes grupos, asociaciones y escuelas católicas a las 5 pm para el rezo del rosario y a las 6 pm la eucaristía.
El 7 de diciembre a las 5 pm hay una Celebración Eucarística, a las 5:45 pm inicia la procesión por las calles encabezadas por los sacerdotes de la parroquia de San José, las asociaciones religiosas y la comunidad parroquial, una banda de música ameniza el recorrido, el cual cambia cada año, pero siempre dentro del centro de la ciudad que es su barrio.
El día 8, desde muy temprano los cohetes anuncian la llegada del festejo, las campanas avisan al vecindario que las mañanitas están por iniciar a las 6 am, el interior de la capilla está hermosamente adornado con flores naturales, obsequiadas por bienhechores al igual que la música, la cual se prolonga todo el día, normalmente es una banda de la región.
Varios feligreses llevan arreglos florales y unos más macetas con nochebuenas naturales, que viene a darle un toque navideño a la fiesta; a las 8 am hay una Eucaristía por todos los Oratorios de Fátima e Hijas de María, a la 1 pm Concelebración Eucarística presidida por el Vicario Episcopal Martín Eduardo Navarro, a las 5 pm Eucaristía por la comunidad parroquial, por la paz del mundo y bienhechores; 6 pm Rosario Solemne y Salve a la Virgen, 7 pm Paso Bajo el Manto de la Virgen en el cual los devotos pueden tener contacto directo con la imagen y hacerle sus peticiones o darle las gracias por las bendiciones recibidas, 8 pm verbena popular y 9.30 pm quema de pirotecnia.
El helado viento que anuncia la próxima llegada del invierno, no impide la asistencia de la población a esta celebración de más de cuatrocientos cincuenta años de existir.
FUENTES
Entrevista realizada a Ángeles Vega el 7 de diciembre de 2019, en Ciudad Hidalgo Michoacán.
López Maya, Roberto Profe. Ciudad Hidalgo. Monografías Municipales Gobierno del Estado de Michoacán. 1980.
Pérez Escutia, Ramón Alonso. Taximaroa, historia de un pueblo michoacano. Comité Editorial del Gobierno de Michoacán. Instituto Michoacano de Cultura. 1986.
Conferencia: “La Secularización de la parroquia de San José Taximaroa”. impartida por el Dr. en Historia Mahler Hernández Téllez. Salón Tepeyac, parroquia de San José de Ciudad Hidalgo, 5 de agosto del 2022.