Mejores Prácticas es un concepto creado por las Naciones Unidas y por la Comunidad Internacional, que define un conjunto de iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad de las ciudades y las comunidades.
Las mejores prácticas sirven:
- Como instrumento para mejorar la política en materia pública.
- Para aumentar el grado de conciencia de los responsables de formular políticas y de la comunidad sobre las posibles soluciones a problemas de tipo social, económico y ambiental.
- Para compartir y transferir el conocimiento y la experiencia a través del aprendizaje mediante un sistema de red.
- Como memoria institucional. Esto permite aprender de otros.
- Como herramienta para ayuda a los políticos a desarrollar sus programas de trabajo.
- Como facilitador de la cooperación técnica entre comunidades.
- Como evidencia científica.
Principios de la información en las mejores prácticas:
- No dañar. Decidir que información debe protegerse de la mirada del público.
- Bien común. Es un acto generoso para que pueda servir en otros lugares, así como sirve a la comunidad de origen.
- Difusión. Información de la medida para que se conozca en otros lugares y sea implementada.
Criterios para identificar una buena práctica:
- Tener un impacto tangible en la mejora de la calidad de vida de las personas.
- Ser sostenible desde el punto de vista cultural, social, económico y ambiental.
- Debe estar alineada a los intereses de los usuarios, al contexto de la ciudad o al medio ambiente y su planificación estratégica.
- Los resultados deben ser medibles y cuantificables.
- Debe ser sostenible y tener un impacto a largo plazo en la ciudad y los habitantes.
- Debe ser potencialmente útil en otros contextos.
- Debe ser receptiva a las demandas y necesidades de los usuarios