LAS ENSEÑANZAS DE PAULO COHELO
José Juan Marín
Paulo Cohelo es un autor brasileño que ha hecho de su literatura una moda, por eso es uno de los escritores más leídos en el mundo.
Antes de decir cualquier otra cosa, hay que decir que Paulo Cohelo no es sólo un escritor motivacional, sino un autor humanista que ayuda a encontrar un por qué para vivir y a darle un sentido de elevación a nuestra vida.
Hoy recuerdo su obra, precisamente hoy en que no son pocas las ocasiones en que hemos sentido que el mundo de antes no existe: que fue remplazado por un mundo de arenas movedizas en el que nada se sostiene en pie.
La facilidad con que se atenta contra la tranquilidad y la vida de otros, lo que nos dice es que avanza un sentimiento de minusvaloración de la vida, que puede poner en peligro la cohesión, la estructura y la viabilidad de nuestras sociedades. Eso nos debe hacer recordar las obras de Paulo Cohelo.
Sus innumerables libros son de dos tipos: están los que hacen de la novela una historia para encontrar a seres perdidos en el camino de la vida y, mejor aún, que ayudan a que el hombre se encuentre a sí mismo; por otro lado, están los libros en los que el autor mezcla dosis precisas de psicología y filosofía, y que a través de moralejas, aforismos y frases sentenciosas despeja los caminos del hombre para que se haga cargo de su vida y la trasforme en una experiencia maravillosa.
Su novela El Alquimista fue publicada en 1988, y fue tal el tamaño de su éxito que en poco tiempo fue traducida a más de 80 idiomas y llegó a ser leída en más de 170 países en el mundo.
Hay cuatro frases en El Alquimista que deberían ser de consumo popular y masivo, por lo profundas y la sabiduría de vida que enseñan.
1.- “Es en el presente donde está el secreto; si prestas atención al presente podrás mejorarlo. Y si mejoras el presente lo que sucederá después también será mejor”. En el fondo, lo que haya ocurrido en el pasado no puede ser reparado o resuelto sino en el presente, porque es en el día a día donde radica el potencial de cada vida. La conducta más sabia frente al pasado es despedirlo; el comportamiento más recomendable frente al futuro es no abrigar falsas ilusiones, puesto que el instante es el filtro de luz de todos los tiempos y el grano de oro de todas las vidas.
2.- “Nadie puede conseguir huir de su corazón, por eso es mejor escuchar lo que nos dice”. Es decir, las decisiones frías y racionales no están reñidas con nuestro corazón ni con nuestra capacidad de sentir, pero es recomendable ponerle un toque de inteligencia emocional a nuestra vida, porque es la brújula central de nuestros propósitos.
3.- “Soy como todas las personas: veo el mundo tal y como desearía que sucedieran las cosas, y no como realmente suceden”. Es decir, aceptar el mundo como es resulta una condición de sabiduría, pero estamos llamados a transformarlo para mejorarlo. No es sólo el ser lo que hace al hombre, sino el deber ser lo que lo hace y lo complementa.
4.- “Nunca desistas de tus sueños, sigue las señales que rodean tu vida”. Lo que nos dice Paulo Cohelo es que no todo está perdido, que no podemos abatirnos ni bajar los brazos frente al obstáculo y la dificultad. La vida da señales en forma de personas, de acciones y palabras. Confiar en la intuición y en la voz del corazón puede llevarnos lejos; si perseveramos, podemos ver con razonable esperanza el presente y el futuro.
Paulo Cohelo nos hace recordar que lo que importa es ser más humanos que de costumbre, y salvar al ser humano de sus tristezas y desconsuelos. Eso, creo, es lo verdaderamente importante del mensaje de este autor.