Marcelo y Xochitl. El magnetismo del poder
Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Reyes
La ciencia política apoya mediante sus metodologías científicas a interpretar la realidad, entender los acontecimientos históricos y, también, con pasos torpes, a predecir escenarios futuros.
Nos apasionan las ciencias sociales, las abrazamos con gusto, tratamos de aprenderlas. En ese marco intentamos interpretar los días mexicanos, horas definitorias en las que los proyectos políticos se decantan, dejan el mundo de las ideas y descienden a intentar domar la terca realidad.
Nuestra cotidianidad sigue en pautas críticas que implican diversas violencias y homicidios dolosos, pobreza cruda, racismos, desigualdades, injusticias plenas. Un México en donde la mitad de la población carece de servicios médicos básicos y también padece una educación pública de baja calidad.
En éste país, Marcelo Ebrard se mantiene aún vivo. Su 25% de preferencias en el proceso interno es un capital político relevante para coordinar algunos esfuerzos al interior del movimiento nacional.
Él forma parte de una élite de poder en la que su papel no debe despreciarse. Guardadas las proporciones históricas, a Francisco I. Madero, el porfiriato lo despreció y produjo los cimientos de una Revolución.
A Porfirio Muñoz Ledo, el priísmo delamadridista lo ninguneó, les partió el partido, la campaña oficialista de Carlos Salinas de Gortari fue una de las más complicadas, al luchar contra Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio.
Es posible conjeturar los horizontes de Marcelo Ebrard:
- Sentarse a dialogar con el líder del movimiento, con quien mandó a confeccionar el bastón, con el gran Tlatoani, y pedir para su grupo y para él un nuevo arreglo, espacios y oxígeno para continuar. Para lograrlo Marcelo necesita magnanimidad, humildad y serenidad.
Puede aspirar a liderar ambas cámaras, gubernaturas, senadurías, diputaciones, embajadas y direcciones de empresas productivas del Estado.
Si esa reunión no llega a celebrarse por que alguna de ambas partes no acepta, Marcelo valoraría otro escenario.
- Reunirse con Xóchitl. Ello implica convencerla de que él cuenta con mayor experiencia para gobernar el país, conversar con ella sobre su larga trayectoria y de sus vínculos internacionales con prácticamente todos los líderes del mundo y los principales actores políticos de los Estados Unidos.
Deberá convencerla de que Xóchitl busque gobernar la Ciudad de México y él, el candidato del FAM.
Las credenciales del excanciller reflejan mejor formación académica y mayor trayectoria política y gubernamental.
Xóchitl se ha confirmado con inteligencia mediática, sensatez, con capacidad de madurar el alcance de sus propios escenarios con madurez y serenidad.
- Reunirse con Dante. Si la reflexión de Xóchitl no avanza, si se dan por consumados todos los escenarios que se han ido confirmando en la esfera de competencia y alianzas de cada quién, si no hay una lucha competitiva que implique sacrificios genuinos en la oposición, Marcelo buscaría a Dante como última oportunidad para postularse por Movimiento Ciudadano.
MC no cuenta con una estructura territorial nacional, cruje por las legítimas ambiciones de los liderazgos, el capital político y los territorios locales que exigen su propia esfera de decisión, Marcelo podrá apuntalar los cimientos y la potencia electoral de MC, el cual crecería, pero no le alcanzará para ganar la Presidencia.
Si Dante insiste en impulsar a Samuel y reniega de su íntima amistad con Marcelo, Ebrard tendrá que buscar a la Dra. Silvia Giorgulli, la C. Rectora del Colegio de México, para ingresar como profesor investigador de tan prestigiada institución y explorar el escenario de ser el sucesor del Dr. Rafael Segovia, uno de los más destacados intelectuales de ese prestigioso centro de formación e investigación de toda su historia.