LEANDRO ESPINO: CRÓNICAS AL RESCATE DE LA HISTORIA

Parte I

Por Areli Yuriria Jiménez Rosas                                                         


Filósofo, investigador, historiador y cronista es Leandro Espino Córdoba, originario y residente del Pueblo de Araro, Mich., quien orgulloso de sus raíces, vistiendo al estilo campesino: con su camisa a cuadros y sombrero, nos abrió las puertas de su casa, espacio que refleja su forma de vida, su amor por el campo, la naturaleza y los animales. El cariño a su pueblo y el interés por conocer sus raíces familiares lo llevaron a reconstruir la historia de Araro, solo él nos puede narrar todo lo que hay detrás de su incansable labor para la creación de sus obras, esto es lo que nos platicó en su entrevista:

¿A qué te dedicas, siempre te has dedicado a ello o que ocupaciones tenían antes?

 

“comparto mi tiempo con mi gusto primordial que es la investigación y la escritura, hasta ahorita lo combino con la historia del municipio, pero sobre todo profundizando en la historia del pueblo”.

Yo viví durante los últimos años del comercio en Zinapécuaro, en una tienda de abarrotes, cuando cumplí 70 años, dije: ¡ya estuvo! con eso es suficiente, los hijos habían terminado la carrera, entonces ya tuve más libertad para elegir sobre mi vida y cerré el negocio, me retiré completamente, aunque no tenga uno pensión (aquí no hay eso), sin embargo, pues aquí andamos. Me dedico actualmente al campo, tengo dos hectáreas de terreno y estoy implementando una huerta de árboles frutales.

¿cómo nace tu gusto o cuál es el motivo por el qué comienzas a escribir?

 

“siempre me ha gustado la historia … y viendo el cúmulo de documentos que iba encontrando acerca del pueblo dije: bueno, es una vena que tengo que explorar y ahí nació la inquietud”

Mi inquietud por escribir comenzó fundamentalmente porque yo tenía muchos interrogantes acerca de mis antepasados, de mi familia, porque había preguntas que nadie podía responderme o no sabían en cuanto a la relación que había, entonces todo eso me llevó a investigar la historia de la familia y cuando empecé a ver eso,

                     

me di cuenta que había mucho material para empezar algo más, siempre me ha gustado la historia, yo soy Filósofo de profesión, de la UNIVA, entonces ahí te dan muchas herramientas de investigación, aunque no soy historiador, sin embargo, tenía la base científica para hacerlo y viendo el cúmulo de documentos que iba encontrando acerca del pueblo dije: bueno, es una vena que tengo que explorar y ahí nació la inquietud, te estoy hablando  del 2010 es lo que tengo investigando, la historia de la familia pues más tiempo .

¿Por qué eliges el pueblo de Araró para escribir sobre él?

 

“Lo hago por amor al pueblo, por cariño, por devolverle algo de lo que yo he recibido y qué mejor que enfocar esa inquietud que tengo yo, en el pueblo, para conocer su historia, sus raíces que son ¡muy… muy importantes, muy ricas y abundantes!, toda la riqueza que tiene el pueblo, que tuvo y que tiene actualmente”

Yo nací en 1950, en el tiempo en que Araró era un ranchito prácticamente, sin medios de comunicación, sin luz, sin drenaje, sin agua, entonces tuve la oportunidad de salir de este medio tan pobre a estudiar, considero que con esa oportunidad que yo tuve, me siento obligado moralmente a devolver algo de lo que yo recibí, poco o mucho que yo recibí quiero devolverlo al pueblo por medio de mi investigación y mi escritura, ese es fundamentalmente el motivo por el que quiero seguir.

“Es un proyecto de vida para mí en el sentido de hacer algo, no me interesa el reconocimiento, nada de eso, me interesa dejar algo, un legado para el pueblo y ojalá se aproveche”

 

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