Luis Manuel Rodríguez García nos ofrece
Canciones Seculares
(23)
De buscar tantas cosas
se cansó la mirada.
Y tuve que acercarme a la memoria
para rehacer el rostro de mis sueños.
Allí encontré una cara
transida de dolor,
la dureza de gestos inscritos,
el ceño indescriptible del cansancio.
Y leí
el verso que mi vida
escribió en las arenas.
Pero al volver la página,
el libro de mi tiempo
también cerró los ojos.
(24)
Y es polvo en las pupilas
el signo de mi nombre.
Tal vez
en el tronco del árbol
alguien busque mi rostro.
Pero sé que en el viento
se borrarán los ojos.
Y alguna sombra oscura
dibujará la línea de mi cuerpo.
Y será como en todo:
los pequeños detalles,
las noticias menores,
las palabras finales,
los íntimos recuerdos
y la voz del olvido.