Neftalí Coria
A ras de tierra un ave morena, mira hacia mis palabras y las estremece. Los ojos que perdí en aquel cielo moribundo, de nuevo vuelven a mirarme cuando los párpados están cerrados y en el sueño se oyen los firmes estallidos del alba.
Una palabra está marchita sobre la mesa y no la reconocemos, pero se mueve como un pez que sobrevive al aire de la tarde lluviosa.
Una palabra basta para que vuelva la luz al cielo del sueño, pero sigue allí, moviendo su cuerpo y se desconoce a sí misma. Una palabra, paloma de tierra, una palabra, ave de la soledad, una palabra que sus ojos buscan descifrar al lado de los míos.