Mario Ensástiga Santiago

 

“No solo inicia un nuevo gobierno, inicia un nuevo régimen político, a través de la transformación, pácifica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará la corrupción e impunidad que impiden el renacimiento de México”

Andrés Manuel López Obrador

1º. de diciembre de 2018

Al fin se resolvió positivamente la gran interrogante del proceso electoral 2023-2024, el Plan C propuesto por Andrés Manuel López Obrador alcanzo la mayoría calificada en el Congreso de la Unión,  Morena, PT, Verde Ecologista y de última hora gracias al voto definitivo del Senador panista de Veracruz Miguel Ángel Yunes Márquez,  casi a las 4 de la madrugada del 11 de septiembre se concreto tan histórica votación, en medio de escenarios, hechos y acontecimientos de una auténtica y verdadera batalla campal callejera, donde todo se vale, hechos y acontecimientos que son una clara muestra del nivel de cultura política nacional que tenemos y debemos superar en breve.

La 4t seguirá su firme marcha para lograr la gran meta de instalar en México un nuevo régimen político, esa es la tarea central y estratégica, de ella se desprenden muchas tareas específicas a realizar no sólo por el gobierno del segundo piso de Claudia Sheinbaum y por Morena, será y eso hay que tenerlo muy claro, un arduo trabajo de los próximos años y décadas; la contundente mayoría electoral expresada en las elecciones del 2 de junio pasado de 36 millones de mexicanos y mexicanas, es el sustento legal y legítimo de tan importantante misión política-insisto-es necesario instalar un nuevo régimen político antisistémico al régimen neoliberal, para hacer la verdadera justicia a los más pobres de México y ser por consecuencia un Estado-Nación soberano, independiente, honesto, fraterno y democrático.

El trabajo al que hago referencia requiere la reflexión colectiva en torno a las nuevas programas y acciones del gobierno nacional, gobiernos estatales y gobiernos municipales, asi como de los cuerpos legislativos del Congreso de la Unión y Congresos Locales, y paralalelamente del partido Morena que deberá hacer las reformas a su estatuto, y plan de acción un verdadero partico político en movimiento, más alla de sólo ser una máquinaria electoral; ambos procesos de reflexión y debates internos de los campos gubernamentales y partidario, dicho en otras palabras, “cada chango a su mecate”, aunque evidentemente haya vasos comunicantes y coordinación ideológica y política.

Tareas estratégicas paralelas y convergentes que implican concebir y practicar una nueva forma ético-política-pedagógica nuestra práctica (praxis política), enfocada a la verdadera transformación de fondo del Estado Mexicano y de la Revolución de las Conciencias, arriba y abajo ni más ni menos, mucho trabajo en la infraestructura (cimientos) que es el pueblo y la superestructura que son las instituciones del Esatado Méxicano, para garantizar que la 4t no tenga retrocesos como algunas experiencias recientes de las izquierdas y fuerzas progresistas triunfantes de América Latina (Venezuela, Brasil, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Argentina, Colombia y Chile y otras más, resultado de errores propios y por el acecho y políticas de la derecha internacional, principalmente de los Esatdos Unidos.

Será necesario decontruir viejas instituciones y prácticas, y al mismo tiempo construir el nuevo Estado Méxicano, nuevos poderes ejecutivos, legislativos y judiciales e insistir en la promoción y práctica de la vida comunitaria para derribar los muros del individualismo, de la competencia, de la palaciega acumulación material, de la discriminación, del clasismo y del patriarcado y prácticas depredadoras de la naturaleza, que por décadas nos ha inculcado e impuesto el capitalismo neoliberal, en otras palabras, tenemos que trabajar mucho y a diario por consolidar el Humanismo Mexicano.

Una cuestión importantante y estratégica es la Revolución de las Conciencias, es la educación, formación y capacitación de nuevos cuadros políticos y ciudadanos, tarea ineludible de ciudadanizar la política y polítizar a la ciudadanía, debemos mejorar la democracia liberal representativa y participación ciudadana existente hasta ahora, para complementarla y enriquecerla como diría el compañero Enrique Dussel en su trabajo “Hacia una Nueva Cartilla Ético Política”, la construcción democracia participativa como sistema de legitimidad.

Los seguidores de la 4t desde nuestras diferentes y variadas trincheras de lucha, tenemos que trabajar en proponer y llevar a la práctica las tareas sobre el principio ético-político las acciones necesarias y posibles de concretar, o sea construir la nueva legitimidad que se sustentente en el consenso de los oprimidos, el de los mexicanos y mexicanas que el sistema legal neoliberal les ha negado por décadas, es necesario y condición construir un nuevo orden social, económico, cultural y político, teniendo clararidad de que el nuevo orden no será fácil concretarlo y estará lleno de imperfecciones, por muchas cuestiones y contradicciones propias de la condición humana, pero que en lo general debe de ser útil a la mayoría de las familias mexicanas y la sociedad en general.

Por todo lo anterior, es necesario saber que el caos es origen y propio de los verdaderos procesos de cambios de regímenes políticos, de ahí que es posible que al inicio de nuestra nueva etapa del arranque del segundo piso de la 4t se presenten desajusates y situaciones poco claras, que sin lugar a dudas el conservadurismo como suele hacerlo, tratatrá sin logros significativos como ya ha hecho en recientes ocasiones, sembrar el miedo y desconfianza social, narrativa mediática de la insertidumbre y desastre económico y político de esta nueva etapa histórica de la vida pública de México.

La nueva hegemonía política de la 4t expresada en la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y Congresos Estatales, nos hace pensar y soñar en que el nuevo régimen político de México es posible, tarea global que no sólo deben realizar el gobierno de Claudia Sheinbaum, Morena y partidos políticos aliados, sino tambien las diferentes fuerzas sociales y políticas, democráticas, populares, progresistas y de izquieda; con toda seguridad estamos por presenciar un interesante proceso de recomposición de las distintas fuerzas políticas del país de derecha y de izquierda, nuevos desencuentros y encuentros, de hecho ya la estamos mirando, expulsiones, denuncias y reclamos de militantes de diferentes partidos, principalmente del PRI, PAN y PRD que es resultado inequívoco de la grave crisis política que atraviesan por las acciones y resultados de la 4t.

Por lo que se refiere al campo de las izquierdas partidarias y populares, tanto a nivel nacional como local se construiran nuevos referentes políticos, por lo que sería conveniente desde ahora realizar un serio esfuerzo por unificar la acción política del bloque de izquieda progresista para acompañar activa y responsablemente el fortalecimiento del nuevo bloque de izquierdas democráticas y progresistas que vaya más allá de Morena y de la 4t, para ganarantizar el desarrollo, fortalecimiento y consolidación del nuevo proyecto de Estado-Nación con el necesario blindaje social y político ante los seguros y constantes embates de la derechas nacionales e internacionales por recuperar los terrenos y espacios políticos perdidos en las pasadas elecciones, que trataran de llegar en mejores condiciones a las elecciones inetermedias del 2027.

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