Mario Ensástiga Santiago
La transición del régimen político neoliberal al Humanismo Mexicano es un proceso histórico lleno de grandes complicaciones y retos que lleva un tiempo difícilmente predecible por ahora, seguramente no bastarán los 12 años que hasta ahora están a la vista; no sólo se trata de reformar las instituciones de nuestro sistema político, sino también las estructuras mentales individuales y organizativas de la sociedad en el marco de la revolución de las conciencias ¡vaya trabajo por hacer!
Todo está a revisión ante el imperativo ético político de la transformación y adecuación a los nuevos procesos sociales, económicos, políticos y culturales que estamos viviendo, de ahí la importancia no sólo de reformar el poder judicial, hay que modificar las estructuras y prácticas de los tres poderes de la unión, de los 3 órdenes de gobierno y de la sociedad civil en sus más variadas manifestaciones organizativas locales.
Tal es el caso entre muchos otros tantos asuntos a tratar, el relacionado con el funcionamiento y papel que actualmente juegan los gobiernos municipales, por una simple y profunda razón, la gran mayoría de los casi 2500 gobiernos municipales y 16 Alcaldías de la CDMX no tienen la posibilidad real de responder satisfactoriamente a las necesidades más urgentes y estratégicas de las poblaciones locales y de los grandes metas de la 4t.
La propuesta mínima de temas y ejes estratégicos que todo gobierno municipal que aspire a operar alineado a los postulados y objetivos de la 4t, está constituida por 6 temáticas-insisto-son los mínimos necesarios, de ahí en adelante todos aquellos temas que las problemáticas especificas de cada municipio lo requieran; así el primer gran tema es el de la Democracia Participativa como Eje de la Vida Local Comunitaria, condición necesaria para poder realizar las grandes transformaciones del país desde lo local.
Lo primero que hay que reconocer es que pese a que por muchas décadas ha prevalecido el concepto formal de la importancia de la Participación Ciudadana a partir de la Democracia Representativa, como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, políticamente es correcto, pero lo cierto es que aun persiste un gran déficit de la participación de la gente en los asuntos colectivos y públicos del municipio, de los estados y del país; las prácticas de los gobiernos municipales neoliberales montados más en los discursos políticos de la participación de la gente que en la práctica cotidiana de la operación gubernamental.
Son muchos los aspectos a considerar para explicar bien el por qué del gran déficit de la participación ciudadana, por lo que me quiero referir a 5 aspectos que me parecen centrales, por consideralos de carácter abarcativo: 1. La política pública está desenfocada de los principales problemas reales de la gente; los políticos tradicionales operan más para resolver los problemas que generan la política partidaria en la política pública gubernamental, planifican y operan de manera sectorial, departamental y vertical, y no de manera integral, transvesal y horizontal, y a partir de problemas concretos.
- Se piensa equivocadamente que gobernar es facil, que basta con ser honestos, comprometidos con la gente, trabajar de sol a sol, operar con sentido común, con la experiencia social y partidaria acumulada y la profesión universitaria que se tiene, eso es importante pero insuficiente, las ajutoridades municipales ignoran o desdeñas las ciencias y técnicas que se han ido diseñado con el tiempo para gobernar y resolver problemas con una visión tecnopolítica, lamentablemente muy rápido entran en la fase de pensar que todo lo saben y que todo lo pueden resolver, piensan que no les son necesarios los verdderos asesores y caen lamentablemente en la situación de “no saben que no saben”.
- El modelo institucional actual de los gobiernos municipales está en crisis desde hace buen rato, es obsoleto y está impedido para dar mejores resultados a la ciudadanía, operan con sistemas de baja responsabilidad, no hay una buena rendición de cuentas personales y de los equipos internos de gobierno, no se realizan las mediciones del desempeño, todo ello da más la oportunidad a la mediocridad, a la corrupción y descrédito de la política y los políticos ante la ciudadanía.
- Los equipos de gobierno se integran más a partir de grupos, corrientes y cuotas político electorales, que por una cuidadosa selección de personal con experiencia y capacidad de respuesta ética y tecnopolítica en la solución de los problemas.
- La cultura política presidencialista aun dominante establece sistemas altamente centralizados y centralizadores de la función pública, ello genera el trabajo burocratizado con sus cargas negativas, más por disciplina laboral que por entusiamo y compromiso, situaciones que no pueden dar buenos resultados.
Debemos superar la tradicional visión neoliberal de limitar la participación de la gente a lo electoral, a la consulta, a la escucha y al uso opcional de los derechos individuales al margen de los deberes colectivos para la promoción del crecimiento y desarrollo social del municipio, ello nos debe llevar a una nueva concepción, comprensión y práctica de la democracia participativa en la lógica de que el pueblo es el sujeto social colectivo de las grandes transformaciones democráticas, donde los individuos no son clientes, usuarios o simples beneficiarios de las acciones de gobierno, deben ser más protagónicos y corresponsables del curso y vida del municipio y del país.
Los grandes retos de la 4t nos exige pasar de la Democracia Representativa Liberal a la Democracia Participativa como un Sistema Integral de Legitimación social y política, se trata idealmente de impulsar toda una estrategia pedagógica de formación y capacitación de poder popular, para que la gente participe integralmente en el diagnóstico de los problemas de las comunidades, colonias y del municipio en su conjunto, en el diseño de las políticas públicas municipales, operación, seguimiento y evaluación de resultados, esa es la concepción de la Democracia Participativa de la 4t, eje de la vida comunitaria; los gobernantes municipales tienen que trabajar intensamente para recuperar la credibilidad ciudadana, al fomentar nuevas capacidades y actitudes de la ciudadanía, de las autoridades municipales y de los servidores públicos, de ahí la consigna de “Ciudadanizar la política y politizar a la ciudadanía”
La perspectiva y tareas están claras hay que profundizar y llevar a la práctica lo que dice la Constitución Politica de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 3º numeral II inciso a). que nos convoca a enteder la democracia como “la democracia no solamente como una estrutura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.”