Tranquilino González Gómez

Aprender a vivir es la mejor actividad a la podemos dedicarnos los seres humanos, en un mundo donde los problemas parecen no tener fin. Todos, ricos y pobres tenemos una gran cantidad de problemas que atender y resolver en esta vida. Es hermoso darnos cuenta que una gran cantidad de personas en américa latina están cada vez tomando mayor conciencia sobre la importancia de aprender a vivir de la mejor manera posible.

Así que lo primero que tenemos que preguntarnos, es como vivo hoy, y que necesito hacer para poder elevar mi calidad de vida. La experiencia que nos han transmitido todos aquellos que han aprendido a llevar una mejor manera de vivir, es que existen dos aspectos principales en esta intención: primero darnos cuenta que somos seres humanos únicos y que cada quien tiene sus propias capacidades y limitaciones para buscar su propio bienestar.

Segundo, que todos vivimos en sociedad, en un medio ambiente que afecta nuestra condición humana, por lo que también es necesario tener una educación ciudadana que nos permita conocer no solo nuestros derechos, sino también nuestras obligaciones para construir una mejor sociedad.

El hombre es un ser social por naturaleza, por lo cual propiciar el tipo de ciudad, de estado y país, que todos queremos, es parte de lo que debe ocuparnos y así participar de manera organizada, y no dejar en manos de los partidos políticos y gobiernos nuestros problemas, en la construcción del modelo económico, político y social que mejor responde a nuestras necesidades.

El ser humano actúa y responde de acuerdo a como piensa. Hemos sido educados acorde al rol que tenemos en la sociedad en la que participamos. Se nos prepara para obedecer, para ser líderes o para hacer dinero de acuerdo a las habilidades que vamos despertando y ejercitando a lo largo de nuestra vida. Somos lo que pensamos de nosotros mismos, y de lo que espera la sociedad de nosotros.Estudiamos “para ser algo en la vida”, sin darnos cuenta del valor que tiene el conocimiento que nos da la propia vida y las experiencias que adquirimos.

La educación no hace más que prepararnos para mantener ese mismo estado de cosas, que sostiene y le da estabilidad al tipo de sociedad donde nos encontramos. Además, los medios de comunicación reafirman ese modo de vida, al igual que las instituciones religiosas, que es algo diferente ala parte espiritual que tienen las religiones, al igual que las instituciones gubernamentales creadas para atender los servicios que requerimos y aplicar la ley a quienes trasgreden esas normas.

El pan y el circo regulan la vida de las sociedades. La administración de la pobreza y el miedo, son partes centrales en los mecanismos de control que establecen las elites gobernantes. Así que despertar nuestra conciencia para ubicarnos en el presente, en el aquí y ahora, al igual que aprender el valor de nuestro libre albedrio, que en México es lo mejor que gozamos y no hemos sabido valorar en toda su dimensión, al amparo de las conquistas históricas.

La vida es lo más preciado que tiene el ser humano. Es la oportunidad que tenemos de disfrutar toda la belleza que nos ofrece este hermoso planta tierra, así como el poder tener las experiencias que requiere nuestra naturaleza humana para aprender a desarrollar la conciencia que busca su razón de ser y existir en este lugar y en este tiempo donde nos tocó nacer y vivir.

Nuestras ocupaciones diarias, el atender las necesidades apremiantes que nos ocupan para salir adelante y dar cuenta de las actividades cotidianas que realizamos para cumplir las responsabilidades y compromisos, y así poder pagar el precio por sobrevivir, son parte de lo que tenemos como requerimiento humano, y nos hacen olvidar el objetivo desaber vivir bien.

La sobrevaloración del dinero, la comodidad y felicidad que se puede obtener en una sociedad capitalista como la nuestra, hacen que la vida sea un producto más en este gran mercado. La vida se vuelve una mercancía con la que se puedenobtener ganancias, y una persona vale acorde a lo que establece la ley de la oferta y la demanda.

Así que quitarle a alguien la vida es una ganancia o una perdida, remplazable en un mundo sobrepoblado. La comercialización del cuerpo humano, de los sentimientos, del pensamiento y las ideas, son parte de este gran mercado capitalista donde todo es vendible y comercializable. Así es difícil darse cuenta que cada ser humano es único eirremplazable.

La recuperación del valor de la vida es el fundamento del humanismo. Se entiende que somos seres humanos, es decir tenemos una parte material visible, con un cuerpo, sentimientos y capacidades mentales particulares, que heredamos y ponemos en acción para enfrentar los retos personales y propósitos y objetivos que buscamos realizar.

Como pensamos y percibimos nuestro mundo, así es como valoramos la vida, a partir del significado que le damos a la nuestra, es como le damos rumbo y orientamos nuestras acciones a lo que va adquiriendo sentido y valor en cada etapa de nuestra vida.

Nacer es tener la gran oportunidad de existir en este espacio y durante un breve tiempo tener la gran oportunidad de aprender, sentir y apreciar las distintas experiencias por las que pasa un ser humano para descubrirse a plenitud, desde que se nace hasta que muere uno.

Para sobrevivir requerimos poner en operación, sobre todo,nuestra parte instintiva, para saber qué hacer para comer, tener donde vivir y dormir, cómo encontrar un trabajo que nos permita ganar el dinero necesario para pagar los servicios que requerimos y atender las necesidades de ropa y calzado, así como para darnos los pequeños gustos que nos hacen la vida más llevadera.

Aprender a vivir es otra cosa. La escuela de la vida nos enseña a cada quien lo que necesita para sobrevivir y enfrentar los problemas, así como para cubrir las necesidades que se nos presentan cotidianamente. No hay mejor forma de educación, que aquella que de manera personal cada quien requiere acorde a sus propias capacidades y circunstancias que le tocan vivir. Vivir en base a los principios y leyes universales del amor, el respeto y la tolerancia a los demás, así como cultivar nuestra espiritualidad y sabiduría es parte de la nueva manera de aprender a educar nuestra vida para ser cada vez mejores seres humanos y tener mejores sociedades.

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