José Juan Marín


Ayer acudimos a votar dentro del proceso electoral y ahora a la espera de los resultados finales por parte de los órganos electorales que determinarán sus resultados en el país, el estado y los municipios.

 

Estamos a punto de vivir en próximos meses, y por doctrina constitucional primero deben tomar posesión de sus cargos los munícipes (el pueblo), después los legisladores (los representantes del pueblo) y finalmente las gubernaturas y la Presidencia de la República, el mandado o mandatario de los intereses de la sociedad.

 

En el ya inminente cambio de ejecutivos y legislativos, me di a la tarea de identificar CINCO TESIS DE UN BUEN GOBIERNO, y encontré que las siguientes valen la pena.

 

PRIMERA.- Por costumbre o condicionamiento histórico, se confunde lo que es un gobierno y lo que es una administración. Pues bien: el gobierno es permanente y la administración es temporal y pasajera.

 

Por tanto, y al margen de colores y partidos, conviene invitar a las administraciones entrantes a evitar la tentación de querer reinventar el gobierno mediante nuevos colores, nueva papelería, nuevos rótulos y despliegues publicitarios en los que sólo se malgasta el dinero público, que bien podría utilizarse en el bacheo de las ciudades o en la colocación de luminarias donde hacen falta, pues la diferencia de un gobierno no está en su imagen, sino en la eficacia y resultados de su acción de gobierno.

 

SEGUNDA.- Quizás es tiempo de prescindir de logotipos de ocasión y de parafernalias propagandísticas en cada administración; es mejor volver al uso intensivo de los Escudos de Armas de los Municipios, puesto que en los escudos de armas y en su significado está nuestra identidad más profunda y original, y nuestra ruta como sociedad, al margen de la novedad y pertenencia que puedan aportar a una administración un ícono o un logotipo de manufactura publicitaria.

 

TERCERA.- Hacer varias obras a un mismo tiempo, por falta de coordinación entre órdenes de gobierno, es algo que entorpece la vida social y productiva de la gente. Por ello, es muy bueno que se hagan obras, pero sería mejor que por planeación de obra se hagan de forma escalonada y en tiempos breves, para no poner de cabeza la vida social.

 

CUARTA.- Hay que hacer de las labores de auditoría gubernamental, piedra de toque de la transparencia y nudo de las finanzas públicas sanas, para que la sociedad conozca quién es quién en la administración pública.

 

QUINTA.- Por último, es necesario que no se utilicen los cargos públicos para posicionar ambiciones personales, y tampoco como trampolín para afianzar carreras políticas en el mañana. Es decir, los puestos públicos son para el hoy, y para resolver los problemas de hoy, y no para alimentar sueños guajiros ajenos a la función gubernamental de hoy.

 

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