Neftalí Coria
Siempre que miro mis viejos cuadernos, sé que en ellos vive la luna de aquellos días, los amores idos, los sueños sangrados y aquellos cielos donde nada importaba a la luz de lo que no fueran unos ojos amados que junto a mí miraban el azul inmenso.
Pasaron los días, las páginas, las lunas. Vinieron más otoños a dejar sin río la luna, y sin nadie que mirara a mi lado el viejo azul que hoy sigue allí colgado en el cielo viejo, como mis cuadernos que me miran con la suavidad que da el paso de los años.