Día Internacional de la Juventud

Tranquilino González Gómez


La juventud, dicen los poetas, es un divino tesoro. Cada generación va estableciendo lo que considera qué es lo que la define. Así muchos de nosotros en nuestro tiempo, cuando teníamos la edad en que se considera ser joven, se refería a que ser joven y no ser revolucionario era una contradicción.

Los grandes retos de los jóvenes hoy tienen que ver con el mundo actual que enfrentan. La violencia, el mundo agresivo y destructivo que, por la competitividad, el poder y el utilitarismo de las ganancias, aniquilan la vida y la naturaleza. Los jóvenes hoy desean la riqueza fácil y rápida.

La desinformación de los medios de comunicación, sobre todo de las televisoras, alientan el miedo y la perversión, el circo del futbol, los falsos valores. Paradójicamente es un problema la selección de información valiosa ante la gran cantidad de que se dispone en las redes y medios cibernéticos.

La dependencia y uso negativo de la tecnología, el bullying, el alcohol y las drogas, la búsqueda de su independencia, la sexualidad y su ejercicio, el encontrarle sentido a su vida y sus propósitos, son parte de sus actuales retos.

Las generaciones del baby boom, la generación X y las de los Millennials, están entre las más novedosas, aunque ya no son tan jóvenes. La generación Z formada por los nacidos entre 1994 y 2010, la Alpha que son los de la era digital nacidos a partir del 2010, y la actual generación de Cristal que se solapa con la anterior, son las que continúan esta línea cronológica.

Los seres humanos coexistimos en este mismo espacio y tiempo, sin embargo, tenemos intereses distintos y visiones variadas, tanto en lo individual como en lo colectivo. Somos producto de nuestro pasado y de nuestro tiempo, en sociedades con tradiciones y culturas múltiples, con percepciones de nuestra realidad y maneras de procesar esa información tan distinta, y sin embargo estamos en este presente, tratando de darle sentido a nuestras vidas.

La era digital, la inteligencia artificial, así como los grandes avances tecnológicos son parte de la vida diaria de los jóvenes de hoy. Sin embargo, el gran reto es aprender a ser cada vez mejores seres humanos, ya que la parte humana, arrastra las inercias del pasado, las confusiones de una vida en que el pecado era la bandera clerical, para mantener los dogmas, más que una fe sana.

La parte instintiva que se ahoga en el sexo y la variedad de drogas que se producen para aprisionar el libre albedrio, desde la mota hasta el futbol, desde la comodidad hasta la miseria en la crisis de los valores, que con la santificación del dinero son el pretexto fácil para el supuesto éxito, adormecen al Ser que quiere expresar su potencial al amparo del querer, saber, para osar conquistar el silencio que se produce en lo más profundo de la experiencia humana.

Romper con los paradigmas de una historia que esconde grandes mentiras, buscar una educación que sirva a la vida, aprender a bien vivir, con el deporte, una buena alimentación y sano esparcimiento, es decir el cuidado de la salud, el yoga, la meditación y el crecimiento espiritual, son aspectos centrales de esta nueva era acuariana. El ejercicio responsable del libre albedrio, la autodisciplina consciente y libremente aceptada, así como una moral y ética acorde a los principios universales, debiera tenerlos presente la juventud hoy.

Como experiencia nosotros aprendimos que la juventud no está ligada estrictamente a la edad, sino que es un estado en que el ser humano está abierto al asombro de lo que la vida nos ofrece, a construir ideales y luchar por ellos sin mediar los problemas que haya que enfrentar, muchas veces de manera temeraria y osada, sin medir el peligro y las consecuencias que derivan de ese atrevimiento.

La capacidad del asombro, construir ideales y la osadía son parte central de lo que caracteriza ese estado de vida llamada juventud, a la que hay que agregarle la creatividad, la alegría que fluye de saber la intensidad que expresa la vida, ya que, a los jóvenes, entre ellos, todo les causa gracia y se comparten información y un lenguaje que les identifica, en los esquemas sociales que comparten.

El 12 de agosto ha declarado la ONU el Día Internacional de la Juventud, en diciembre de 1999, en base a la recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros de la juventud realizada en Lisboa en 1998. Así que a partir del año 2000 se inició la celebración del Día Internacional de la Juventud. Celebración a la que nos sumamos

Elegir lo que queremos ser es el gran dilema, que hay que resolver en esos momentos. Van Gogh en el momento crucial que le llevo a tomar la decisión de dedicarse al arte de la pintura refiere que utilizar nuestro libre albedrio para escoger una opción entre la multiplicidad que se nos presenta, requiere la responsabilidad de estar convencidos de que hay que construir nuestra vida sobre esa decisión y que el amor por lo que más nos gusta hacer es la clave.

Quien lucha contra el tiempo fracasa, y quien no confía en los jóvenes está destinado a no tener una visión de futuro que le de aliento a la vida misma.

 

 

 

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