Prometeo
Mientras el cuidado del medio ambiente es un discurso que sirve para los grandes debates políticos, que se utiliza para defender intereses, en los hechos no hay una demostración real de la preocupación por defender al planeta de los daños que se le causan por la contaminación y la sobre explotación de los recursos naturales.
Michoacán ha tenido este mes de abril temperaturas inusualmente altas. Morelia registro hasta 34 grados centígrados compitiendo ya con el clima de tierra caliente.
La pérdida de grandes áreas verdes, a causa de talamontes y de la explotación irracional de los bosques, así como materia prima para la producción artesanal principalmente de muebles, ha propiciado la disminución en las lluvias y de la captación de agua, y en contraparte se propician climas extremos que reflejan el daño causado al medio ambiente.
La falta de agua suficiente para atender una creciente y mal planeada urbanización, que requiere mayor cantidad del vital líquido para atender la demanda de los nuevos fraccionamientos y colonias, aunada al gran consumo que requieren los cultivos del aguacate, ha hecho que poblaciones enteras se vean cada día disminuidas de este valioso líquido; los aguacateros son un barril sin fondo en cuanto a necesidad de agua para la producción del llamado oro verde.
Por si fuera poco, la ciudadanía desconocemos a cuánto ascienden los litros cúbicos diarios que se extraen en perforaciones que hacen las grandes empresas refresqueras para abastecer del agua que necesitan, y que además venden agua envasada que sale de Michoacán a los estados vecinos, que ya se encuentran en serios problemas debido a su alto desarrollo industrial y agrícola, y que ahora resulta que quieren agua de Michoacán, para atender sus fuertes demandas. Ya bastante se hace con darle gran parte del agua de la zona de Zitácuaro para abastecer a la ciudad de México.
El Día Internacional de la Tierra, establecido por la ONU el 22 de abril, pasó inadvertido por los políticos defensores del medio ambiente. La verdad es, como decía el Gran Maestro José Manuel Estrada, que hay que preocuparnos por nosotros los seres humanos, ya que el planeta cuando se sienta más amenazado se dará una fuerte sacudida para quitarse a esta plaga que le daña su salud.
Lo que si no pasa inadvertida es la respuesta eficiente y eficaz de los oficiales de tránsito y policía municipal. Si usted por alguna razón tiene necesidad de dejar un minuto su carro estacionado en algún lugar de la zona centro de la ciudad, podrá constatar esa eficacia, porque de inmediato le pondrán la multa correspondiente, si es posible que encuentra su vehículo porque ya se lo llevó la grúa.
Al igual sucede con la policía cuando un ciudadano indefenso le resulta sospechoso o bien una pareja de novios a su parecer están violando y afectando la moral pública en algún parque o jardín, de inmediato buscan llevárselos a barandilla para que paguen las cada vez más fuertes multas.
Lo curioso es cuando el crimen organizado actúa en plena ciudad, por ningún lado se ve a estos eficaces agentes de la ley para detener a quienes de indefensos no tienen nada. La pregunta obligada es, con policías así es posible decir que la ciudadanía tiene mayor seguridad y estamos más protegidos como lo proclaman las autoridades municipales, o es más bien todo lo contrario que los ciudadanos tenemos que cuidarnos no solo de los malosos sino más bien de la policía.
Dos visiones muy diferentes para impulsar el crecimiento del país se encuentran en una seria confrontación. Una que está ligada a la historia de México, con sus procesos históricos de transformaciones. La continuidad del Nacionalismo Revolucionario que retoma la 4T, incluido el caudillismo y la defensa del patrimonio nacional, que sustenta el crecimiento en el aprovechamiento de los recursos petroleros, minerales y energéticos, y desde luego con el trabajo de los mexicanos y la intención de una distribución más equitativa de la riqueza, para lograr lo que los ideólogos denominaban justicia social.
La otra opción descansa en promocionar la inversión extranjera, y que sea la inversión privada la que se ocupe de atender los recursos nacionales, de crear las fuentes de trabajo, y atender servicios que para el estado le resultan ya una carga muy pesada como lo son la educación y la salud, y que sea el propio pueblo quien se ocupe de resolver sus necesidades, argumentando que el populismo le ha hecho mucho daño a la nación. Esta propuesta es la que inició Salinas de Gortarí como una solución a los problemas que en ese tiempo tenían en grave crisis al país.
La globalización y la propuesta del neoliberalismo parecía ser la alternativa, bajo el matiz de una supuesta democracia y de los mecanismos compensatorios, para equilibrar el crecimiento de la pobreza y alcanzar así el sueño norteamericano.
La crisis del marxismo y del comunismo, que evoluciono más bien hacia dictaduras de estado, con el desmembramiento de la URSS y la apertura comercial de esos países, parecía que Estados Unidos y sus aliados que formaron el bloque de la Unión Europea bajo esa globalización, todo caminaría a pedir de boca.
La gran sorpresa es cuando los propios Estados Unidos retornan e impulsan al nacionalismo con el anterior presidente Trump, y la propia Inglaterra hace lo mismo separándose de la Unión Europea. Rusia entonces se plantea la recuperación de las naciones que se habían separado de la URSS.
Entonces aparece el gran crecimiento de China y las opciones que plantea la India y otros países de esa región. Las armas que ostentan Rusia y China le quitan la venta de seguridad a USA sobre los países árabes, que se sienten protegidos ahora por el poder de los rublos y los yen con su soporte en oro, y así se derrumban los petrodólares. Entonces la mirada se acentúa sobre latinoamérica. El asunto es que ya no se encuentra un gobierno neoliberal gobernando México, y ese será el gran reto para la alianza Va por México para devolverle esa confianza que parece ha perdido USA en nuestro país.