FOTO LAS SALINAS
LA FOTOGRAFIA DE ARARO, COMO FUENTE DE HISTORIA
Leandro Espino Córdova
Cronista de Araro
Esta zona para la religión P´urhépecha era sagrada. Aquí estaba el asiento de Kuerájperi. madre de todo. Desde aquí, habiendo un sacrificio humano de por medio, mandaba las nubes de vida a todos los confines de la tierra para que descargaran la lluvia y hubiera buenas cosechas y, así, sus hijos no perecieran de hambre y tuvieran prosperidad.
Hablar de la complejidad de la religión del pueblo P´urhépecha no es posible en estas cuantas líneas. Pero sí podemos afirmar que esta región año con año se convertía en lugar de cita de gente que venía de todos los puntos del Imperio P´urhépecha para venerar a Kuerájperi y darle gracias por sus favores.
En esta zona, también se elaboraba la Sal de tierra, producto muy codiciado durante el Imperio, tanto como el tzinapo de Zinapécuaro. Todavía quedan vestigios de esta actividad milenaria. Algunos habitantes de Simirao, que es Encargatura de Araro, aún trabajan en ello y al modo de nuestros antepasados.
Quise poner dos fotos para entender el proceso de la elaboración de la Sal de Tierra. Después de haber «cultivado» la tierra, es decir, después de un proceso de trabajo de aflojarla para que se asolee, de hacerla pilas en el terreno que se trabaja, se prepara la «destiladora» (foto primera) que contendrá la tierra y es regada con agua salada. Como se ve, la forma es la de un cono invertido por donde saldrá el agua ya filtrada y rica en sales.
Cuando termina el proceso de destilación y el agua ya está filtrada en la canoa receptora, entonces esa agua se deposita en pequeños volúmenes en la canoa (foto segunda) donde se expondrá a los rayos del sol para que se cristalice, convirtiéndose en la Sal de Tierra.
Por eso la elaboración de esta sal, sólo es posible en verano cuando la lluvia está ausente, pues se necesita los beneficios del sol que provee el calor necesario para que sea posible la elaboración de la sal por medio de la evaporación.
Cuando ya está cristalizada, se recoge y se pone en costales, generalmente de azúcar, por tener una sola medida, más estándar. Así, se llega a la última fase del proceso de elaboración: la comercialización. Realmente ésta no tiene problemas, ya que en la actualidad es poca la producción. Más bien no se cubre toda la demanda que tiene la Sal de Tierra.
Desgraciadamente esta industria milenaria está en agonía por la falta de agua que sufre esta región. Al parecer es porque, precisamente en esta zona, se han multiplicado los Balnearios, aprovechando el agua termal muy caliente que aflora naturalmente hasta la superficie, en lo que conocemos como los «Hervideros», fuentes brotantes cuya temperatura llega hasta los 70 grados centígrados.