Repensando el Camino

Infierno

Tranquilino González Gómez

En Antología La Fábrica de las Palabras

 

No sabes quien eres.

O ¿serás acaso el muro de los lamentos?

 

La soberbia de la luz,

te dio la angustia de que el miedo

viviría en ti.

 

Te escondiste

en la miseria,

y el orgullo de saberte único

en el ismo del ego,

te dio la riqueza,

por la ambición desmedida

de una tierra

que no era tuya.

 

La grandeza que te proyecta

tiene la proporción

de lo que escondes,

como el sufrimiento

de no conocer el presente.

 

Tus nombres

vicio

violencia

inconsciencia

sólo expresan lo que construyes,

con el terror

de la fotografía de la muerte.

 

Te escondes en la miseria,

para que tu hambre se alimente

en los lúgubres caminos, que recorres

para espantar al amor

 

Te alegran las batallas,

y los sonidos de tanques

que vuelan con fuego,

para regar con sangre de niños

la tierra inocente.

 

El dolor y la maldad de la destrucción

son el inicio de lo que surge,

para ir a la luz,

Con la claridad de saber,

que tus formas no tienen

sino la polaridad del otro extremo,

para medir el origen que te esconde.

 

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