Foto: Raúl Máximo Cortés

K´UINCHEKUA CH´IPIRI JIMBANIRI (CELEBRACIÓN DEL FUEGO NUEVO) 2024

EN LA COMUNIDAD DE SANTA FE DE LA LAGUNA, SE REALIZÓ LA CELEBRACIÓN DEL FUEGO NUEVO EN LA YACATAS DE UEAMUO.

Raúl Máximo Cortés

Convocado por las autoridades comunales y civiles, así como de la coordinación comunal, se realizó por segundo año consecutivo la celebración del encendido del Fuego Nuevo, (Kurhikantani ch´ipiri jimbani), en las Yacatas de Ueamuo ubicado en la comunidad p´urhépecha de Santa Fe de la Laguna. De manera voluntaria, como parte de la ayuda mutua (Jarhoajperakua), se involucraron con su participación danzantes, pirerisi y académicos de la comunidad, de la misma manera algunas familias ofrecieron pozole, pan y ponche en la convivencia comunal del fuego nuevo.

Foto: Raúl Máximo Cortés

Cabe mencionar que, durante la pandemia por COVID 19, un grupo de comuneros en el cerro de Ueamuo, realizaron un ritual del encendido del Fuego Nuevo el 1 de febrero de 2022, con la participación de 40 comuneros y acordaron darle continuidad para el siguiente año. En 2023 se optó por hacer la celebración en las Yacatas de Ueamuo convocado por las autoridades comunales y civiles, así como de la coordinación comunal quienes ejercen el presupuesto directo. Con la finalidad de reivindicar el territorio y la cosmovisión ancestral que nos heredaron los primeros abuelos que llegaron a poblar en Vayameo hoy “Ueamuo”.

Un pasaje del libro de la relación de Michoacán, escrita en 1540 cuya autoría se le asigna a Fray Jerónimo de Alcalá, en edición electrónica de 2008, editada por el Colegio de Michoacán A.C en 2008, señala:

“Sicuirancha, hijo de Ticatame y de una hermana de Ziranzirancamaro, nace en Viruguarapexo pero tras el conflicto por el venado que flechó Ticatame y que despedazaron sus cuñados, se va, probablemente muy pequeño, con sus padres a Zichaxuquaro donde crece. Siendo mayor, mientras cazaba en el monte sus tíos (los hermanos de su madre, los zizanbaniecha) aliados con los habitantes de Cumanchen, atacan y matan a Ticatame. Cuando Sicuirancha regresa a su casa encuentra a su padre muerto y descubre que los agresores se llevaron el arca en donde se guardaba al dios Curicaueri. Los persigue dando gritos pero no necesita atacarlos pues Curicaueri les provoca enfermedades (correncia, embriaguez, dolor de costado y estropeciamiento) por lo que caen al suelo como embriagados. Sicuirancha encuentra el arca y se cerciora de que Curicaueri está en ella, pero nota que sus enemigos se llevaron la soga con la que se ataban los cautivos de guerra (que le habían dado a Curicaueri sus padres en el cielo) y una argolla de oro. Sin embargo, no le da mayor importancia porque, dice, con ello no podrán dar de comer a nadie (quizás refiriéndose a los dioses) y además supone que «ellos (los agresores) la traerán algún día» (tal vez prediciendo la futura conquista de Naranajan).

 

Tras estos hechos, Sicuirancha se va a vivir a Vayameo en donde construye casas de los papas y fogones, y en donde realiza las funciones típicas de los señores chichimecas: hacer traer leña para los fogones y entender en las guerras de Curicaueri. Murió y fue enterrado al pie del templo de Vayameo. Le sucedió su hijo Pauacume (I) quien también fue señor en Vayameo.”1

 

Encabezados por Sicuirancha, llegan a establecerse en el territorio de Ueamuo, (hoy parte del territorio de Santa Fe de la Laguna) donde se construyeron las Yacatas, como sitio ceremonial para honrar y venerar al dios Curicaveri. (K´eri Kurhikua, Gran Fuego, Fuego Sagrado, Padre Sol…)

 

En 1533, se fundó Santa Fe de la Laguna, como congregación impulsado por Don Vasco de Quiroga, reunió a los pobladores que vivían en los asentamientos de la región, Quiroga tuvo que ir a un litigio con el encomendero Juan Infante para pelear y comprar las tierras donde se estableció la comunidad de Santa Fe de la Laguna, seguramente un conflicto entre los mismos invasores que afecto el territorio y la forma de ver el mundo p´urhépecha de los abuelos ancestrales.

 

Como parte de la tradición oral de los comuneros, se menciona que para la edificación del segundo pueblo hospital de Santa Fe de la Laguna “Iurhixo”, la iglesia del santo patrono San Nicolás de Bari y para la cimentación de algunas casas principales de la comunidad se

ocuparon las lajas de Xanamu de las Yacatas. Posteriormente entre los años 40s se construyó la barda perimetral del panteón comunal utilizando las lajas que todavía quedaban, y para casi desaparecer las Yacatas se ocuparon las lajas para construir puentes por donde pasa la carretera nacional que se ubica como a 50 metros aproximadamente del sitio sagrado.

 

En el Diario Oficial de la Federación apareció la resolución presidencial en 1954, que ampara la extensión territorial de 5,168-55-00 hectáreas para la comunidad de Santa Fe de la Laguna. Mismas que los comuneros disfrutan colectivamente del bosque, pastoreo de ganado, parcelas para cultivo de humedad y temporal, bancos de barro para la elaboración de la alfarería, así como de la orilla del lago de Pátzcuaro para la pesca.

 

Por decreto expropiatorio publicado en el Diario Oficial de la Federación el 7 de diciembre de 1987, fueron expropiadas una superficie de 5-36-51.25 has. para destinarlas a la instalación de una planta piscícola, parte de los terrenos que ocupan las Yacatas de        Ueamuo. Dicha planta piscícola nunca se instaló, en ese sentido los comuneros emprendieron la lucha jurídica y política para recuperar el predio expropiado, y el 20 de junio de 2017 se firmó el Convenio Judicial con el que se dio por terminada la controversia sobre los terrenos expropiados, mismas que han regresado como parte de las tierras comunales de Santa Fe de la Laguna.

 

Pero en los últimos años aparecieron algunos supuestos dueños del predio de las Yacatas, quienes metieron una retroexcavadora y cercaron el área con fines particulares. Pero los comuneros organizados impidieron la invasión del predio y acordaron en asamblea general darle un uso colectivo como zona y sitio sagrado de la comunidad. Corresponde dignificar el espacio, celebrando el encendido del Fuego Nuevo que seguramente realizaba en dicho lugar Sicuirancha en honor a Curicaveri, deidad de los p´urhépecha.

 

El 1 de febrero de 2024 se realizó el evento por segunda ocasión en la Yacatas de Ueamuo, cabe recalcar que dicha actividad despierta en las nuevas generaciones reflexionar, provocando curiosidad, he interés sobre el sitio sagrado, que conlleva a la convivencia con la naturaleza y la esencia del ser p´urhépecha. Fortaleciendo así su identidad y su cosmovisión.

 

La celebración inició con la Uanopekua (precesión) de la plaza de la comunidad hasta llegar a las Yacatas, continuando con la purificación del sitio sagrado, posteriormente el festival de danzas y pirekuas; ponencias sobre el significado del Fuego Nuevo disertado por Amaruk Lucas Hernández, las estrellas y el encendido del fuego nuevo disertado por Salvador Lucas Huacuz, antecedentes históricos de Ueamuo disertado por Juan Carlos Cortés Máximo, sobre el significado del fuego de pelota encendida disertado por José Luis Soto González, exhibición de la pelota encendida por los Kuarisi (guardias) de la comunidad y finalmente el Uandari Roberto Gabriel Antonio dio un mensaje emotivo con sabiduría y procedió con el encendido del Fuego Nuevo. Kurhikantani ch´ipiri jimbani.

 

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