José Juan Marín
Hace tiempo en el 2021, en este espacio recordaba contigo la celebración del Centenario del Nacimiento del Lic. Jesús Reyes Heroles, un hombre al que algunos no conocen y cuyo pensamiento tal vez no lo hayan oído mencionar, pero que contribuyó enormemente a limpiar de impurezas nuestra vida política, y además es el artífice de la democracia moderna en nuestro país.
Hoy ante la vorágine política que se ha desatado en el país, merece nuevamente recordarlo.
Así como la buena política no cae del cielo, un buen estadista no es producto del humor ni de la ocurrencia.
Dentro de las distorsiones que hoy vive nuestro mundo, palpables en cualquier aspecto de la vida, hay que lamentar la falta de ideólogos y de intelectuales de la política.
Hay que lamentar, también, que la política haya dejado de ser entre nosotros un arte y una ciencia con contenidos.
También, que los personalismos y las causas de partido hayan remplazado a los proyectos de nación y al Estado mismo.
Como político y funcionario público del Gobierno Mexicano, Don Jesús Reyes Heroles fue director de PEMEX, Secretario de Gobernación, Presidente Nacional del PRI y Secretario de Educación Pública, puestos en los que tuvo un desempeño notable y excepcional.
Como académico e intelectual, fue un maestro notable de la Universidad Nacional Autónoma de México, un abogado preciso y riguroso en las batallas de la judicatura, un orador que disfrutaba hacer pensar a su auditorio y un polemista como pocos ha habido en la historia política de México.
Como investigador y escritor, Don Jesús fue un apasionado estudioso y defensor de la buena política, pero también el pensador más lúcido y penetrante que ha tenido el liberalismo mexicano en dos siglos de historia.
Sin embargo, a un maestro y pensador de la talla de Don Jesús Reyes Heroles, se le puede conocer no sólo por sus anécdotas y las escaramuzas en que participó, sino por la profundidad y justeza de sus aforismos, sentencias y máximas políticas.
Fue un intelectual de talante comprometido, incluso, obstinado con sus ideales, sin embargo, incomprendido en un inicio. Como acertadamente mencionó Carlos Monsiváis: » Extraño destino, un hombre profundamente inteligente, obsesionado con la importancia de las ideas y de la vida de la república que, de hecho, creció de interlocutores políticos y que en su propio medio fue muy oído y escasamente entendido, que fue admirado y escasamente analizado «.
Por ejemplo, por una obra que editó El Colegio de México en 2015, sabemos que, en opinión de Don Jesús Reyes Heroles, el político debe tener tres C: Corazón, Cabeza y Carácter. Corazón para entender intereses superiores a los egoístamente individuales; Cabeza para obrar con frialdad y saber eludir las asechanzas de la vida pública; y Carácter para saber que lo pueden insultar a uno, que lo pueden calumniar a uno, pero el político con carácter no pierde la cabeza por ello.
En otra de sus frases célebres, Don Jesús afirmó algo que políticos y gobernantes de hoy debieran tener presente: «la política obliga a tener valor para contraer compromisos, y valor para cumplirlos», subrayando de paso que es mal político aquel que no honra su palabra.
Una de las frases más conocidas de Don Jesús Reyes Heroles, es aquella en la que recomendó: «ser inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, porque en política, frecuentemente, la forma es fondo», señalando con ello que la forma más digna y decente de hacer política es con ideas, no con fantasías ni creencias.
Por último, recuerdo a este mexicano excepcional, es conveniente recordar que en sus obras respetó y alentó a la oposición, con la única recomendación de que fuese una oposición «no tan burda, no tan brutal, no tan destructiva, no tan secuestradora e indigna», sino una oposición con ética, con visión y con altura de miras.
Don Jesús Reyes Heroles merece muchos reconocimientos y homenajes, en estos tiempos de incertidumbre y oscuridad, pero yo aquí le rindo el más humilde y el más modesto homenaje de mis palabras.
Ojalá que hoy al interior de la política le presten una escucha activa a Don Jesús Reyes Heroles, analizado su discurso, así la política en México tendría una cosmovisión distinta, más competente.