Mario Ensástiga Santiago
Desde principios del 2018 que leí con mucho interés el Proyecto de Nación 2018-2024 que presento la Coalición “Juntos Haremos Historia” de MORENA, PT y PES de cara a las elecciones por la presidencia de la república de ese año, advertí que no contenía un capítulo, apartado, eje estratégico, programa, proyecto o acciones específicas relacionadas al desarrollo y fortalecimiento de los gobiernos municipales.
Ya en el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador en el 2019, el INAFED (Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal), convocó y organizó la Reunión Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal 2019, a la que asistieron diversos organismos estatales, académicos y de la sociedad civil, todos interesados e involucrados con la cuestión municipal.
Asi mismo se realiaron reunionesde trabajo con la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), con la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC), la Conferencia Nacional de Síndicos y en el Senado de la República con la Comisión de Federalismo y Desarrollo Municipal y la IGLOM (Red de Investigadores de Gobiernos locales de México).
En ese marco general de actividades en su momento la señora Olga Sánchez Cordero, secretaria de gobernación, comento que el INAFED debe trabajar la modernización para la eficacia y eficiencia administrativa, para ampliar la capacidad financiera de los estados y municipios, sin intromisión a su soberanía, a través de convenios de colaboración, que coadyuven al cumplimiento de sus responsabilidades, a través de proyectos sociales y productivos que redunden en beneficio de la vida de las y los mexicanos; además, aseguró que en el México de la cuarta transformación, el federalismo y el desarrollo municipal son objetivos estratégicos, hay instrucciones de AMLO para el relanzamiento del INAFED.
En el 2020 con la llegada interina de Alfonso Ramírez Cuellar a la presidencia de Morena, entre diversas actividades que convocó para poner en “pie de lucha al Movimiento de Regeneración Nacional”, organizó el 25 de julio de ese año la videoconferencia del Encuentro Nacional de Municipios y Alcaldías de MORENA, con la intención de definir un posicionamiento político de los más de 350 gobiernos locales de Morena ganados nacionalmente en el 2018, evento inaugurado por Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, con la presencia de Alfonso Ramírez Cuéllar, Armando Quintero, Alcalde de Iztacalco y Presidente Nacional de la AALMAC, que palabras más, palabras menos, campeo la idea que el tema de los municipios y alcaldías debería ocupa un lugar importante en las políticas públicas de la 4t.
La reforma electoral propuesta por AMLO en el 2022, contenía un nuevo criterio poblacional para la integración de los ayuntamientos y alcaldías de la CDMX, al igual que la integración de los congresos locales y del congreso de la unión, ello implicaba la reforma del artículo 115 constitucional que estableciera una Presidencia Municipal, una Sindicatura y el número de regidurías conforme a la población de cada municipio bajo las siguientes reglas de disminuir significativamente el costo del funcionamiento operativo de los gobiernos locales, en lo particular no me gusto la propuesta y lo comente en varias de mis colaboraciones periodísticas; como se sabe la reforma electoral de AMLO fue rechazada por la oposición en el Congreso de la Unión.
Estas actividades en sus distintos momentos, debo reconocerlo, me hicieron albergar la posibilidad de que el nuevo gobierno de AMLO incorporaría a la Agenda Política Nacional de la 4t en algún momento la cuestión municipal, lamentablemente no fue así, lo digo de esa manera porque así lo veo en función de mi experiencia social, política, gubernamental y convicción de que tratandose del desarrollo del país y la consolidación de la 4t, es condición, por ser el camino más cierto y seguro, aunque más lento, largo y sinuoso, el trabajo desde las sociedades, territorios y gobiernos locales, es decir, desde las comunidades, municipios y regiones intermunicipales.
Faltan escasos meses para que concluya el histórico, ejemplar e importante proceso de transformación de México impulsado por el gobierno de AMLO, al final del día hay argumentos a favor y en contra del excesivo centralismo implementado, de los logros, pendientes y deudas como lo es, en mi opinión, la cuestión municipal, de ello ya he hablado en varias ocasiones, como quiera que sea, vuelvo inevitablemente de nuevo al punto de partida, ahora con el inicio del gobierno del Segundo Piso de la 4t con Claudia Sheinbaum.
Estoy claro que el México de hoy (2024) es muy distinto al del 2018 cuando inicio el gobierno de AMLO, que pese a los grandes avances aún no hemos llegado o alcanzado al punto del no retorno, como tristemente sucedió a varios gobiernos nacionales progresistas en el sur de nuestro continente, por lo que debemos estar claros que la 4t seguirá por el proceso de derechización en varias regiones del mundo y países de América Latina, seguirá bajo una constante presión de la derecho mexicana e internacional.
Si bien es cierto que hay nuevos escenarios y condiciones, el gobierno del segundo piso de Claudia Sheinbaum, debe caminar con los mismos postulados, filosofía y visión de la 4t impulsada desde el 2018, por lo que debe haber una profunda revisión autocrítica y propositiva sobre los logros y pendientes que hereda AMLO, para hacer los ajustes necesarios, redefiniciones y nuevos proyectos a desarrollar del 2024 al 2030.
Hasta el momento en el largo y fructífero caminar de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, no ha surgido un importante comentario y propuesta sobre la cuestión municipal, en los 100 pasos para la transformación propuestos por Claudia Sheinbaum y otros documentos es clara la ausencia, espero que no vaya a repetirse la misma dinámica del 2018 al 2024.
En este contexto considero que es necesaria una profunda y obligada revisión que posibilite repensar y redefinir el nuevo municipio mexicano, humanista y transformador, desde los más diversos y nuevos enfoques, el electoral, la representación política, las nuevas facultades y atribuciones, las nuevas relaciones intergubernamentales, fiscales y hacendarias, entre otras.