Maria Anna Walburga Ignatia Mozart Maria Anna Walburga Ignatia Mozart

La historia de las mujeres, una historia desconocida

Maria Anna Walburga Ignatia Mozart

Fermina Arellano


En esta ocasión voy a compartir la historia de una mujer virtuosa, cuyo destino la determinó: nacer mujer. Esta historia la compartieron en un chat y no tengo su referencia bibliográfica, pero en la búsqueda de más información de su biografía, encontré otros datos de su vida y obra.

Puede ser difícil tener un hermano que sea un gran triunfador, pero ¿se imaginan si ese hermano fuera Wolfgang Amadeus Mozart, el niño prodigio que asombró al mundo con su genialidad? … lo que quizás no sepan es que Mozart tenía una hermana igualmente talentosa, pero debido a que era mujer no la dejaron explotar su don musical.

Maria Anna Walburga Ignatia, hermana mayor de Mozart, fue también una niña prodigio al igual que su hermano. Unidos por la mutua admiración infantil y la interpretación musical, su progenitor fue tentado por la ambición y los empezó a exhibir desde muy temprana edad. Sin embargo, el padre sabía que sería momentáneo el que fueran juntos, desarrollando su gran talento.

La hermana mayor, “Nannerl” Maria Anna, conocida también como “Nannerl” o “Marianne”, era la mayor de los cuatro hijos del matrimonio Mozart. Nació el 30 de julio de 1751. A los siete años, ante la atenta mirada de Wolfgang, su padre Leopoldo empezó a enseñarle a tocar varios instrumentos. Pronto destacó como genial intérprete en clave y piano. A sus clases se uniría pronto su hermano pequeño, compañero también de sus juegos en los que crearon un mundo de fantasía y se hicieron inseparables.

Cuando Leopoldo Mozart decidió mostrar al mundo el prodigio de su hijo Wolfgang, también se llevó a Marianne. Las cortes de París y Viena fueron testigos de la genialidad de los dos hermanos por igual. Pero mientras Wolfgang estaba destinado a continuar exprimiendo su genialidad, a la joven casadera Marianne se le terminaba el tiempo.

 

Leopold se dio cuenta de los asombrosos talentos que había cultivado en sus hija e hijo y, como espectáculo de curiosidad, decidió en 1762 embarcarse en una gira por Europa occidental. María tenía 11 años y Wolfgang solo 7.

 

Serían catalogados como niños prodigio (wunderkinder) y exhibidos en las cortes reales para la nobleza y la élite, atravesando Europa occidental durante los siguientes 3 años.

María a menudo cosechaba más atención que su hermano; un artículo publicado en 1763 describía la habilidad y destreza que poseía en sus habilidades musicales: “Interpreta al clavecín, las sonatas y los conciertos más difíciles de los grandes maestros con una gran claridad, una ligereza, una destreza y un estilo indescriptibles. Fue una fuente de asombro para muchos”.

 

El arduo programa de giras continuaría a medida que crecía su fama y asistían a exhibiciones públicas privadas en toda Europa. Leopoldo fue una figura dominante y artífice de sus presentes y futuros. En una carta fechada en 1764, Leopold escribió sobre su hija: ‘Mi niña pequeña, aunque solo tiene 12 años, toca las obras más difíciles con una precisión increíble y tan excelentemente, es una de las intérpretes más hábiles de Europa.”

 

En 1769, María cumplió 18 años, y este sería el punto de inflexión en su vida, ya que ahora estaba en edad de casarse. Pues, María vivía en una época en la que el control de su vida pasaría de su padre a su esposo. Su vida pasaría a depender de su pretendiente; sus derechos y sus sueños estarían sujetos a las leyes sociales impuestas por su compromiso.

 

Se esperaba que María se quedara en casa con su madre hasta que se encontrara un pretendiente adecuado. Mientras que la fama y el virtuosismo de su hermano solo aumentaron. Continuó tocando y componiendo en privado y recibiría las últimas piezas musicales de Wolfgang mientras él continuaba de gira por Europa. Es difícil definir qué influencia tuvo María sobre su hermano menor, ya que se desconoce gran parte.

En el siglo en que vivió la joven Nannerl no había lugar para mujeres excepcionales, o al menos así lo dictaba la tradición y la costumbre. Sólo un carácter valiente y rebelde hubieran conseguido poner a la hermana de Mozart a su misma altura en la historia de la música. Pero Nannerl se mostró siempre sumisa a los designios de su padre y dispuesta a aceptar el destino que le tocaba como mujer.

 Maria Anna Walburga Ignatia Mozart
IMaria Anna Walburga Ignatia Mozart

Nannerl no sólo tuvo que abandonar su espléndida carrera como intérprete, sino que también tuvo que renunciar a un verdadero amor, el capitán y tutor Franz D’Ippold, por el marido que su familia le había escogido para ella.

Su carácter obediente contrastaba con los constantes actos de desobediencia de su hermano a quien no gustaba en absoluto que Nannerl acatara todas las órdenes de su padre. A pesar de los esfuerzos de Wolfgang porque su hermana siguiera los dictados de su propia voluntad, Nannerl aceptó casarse con la elección de Leopoldo, un magistrado millonario llamado Johann Baptist Franz von Berchtold zu Sonnenburg.

Así, Nannerl pasó de ser una joven prodigio a convertirse en la rica esposa de un magistrado. Se hizo cargo de cinco hijos que su marido ya tenía de dos matrimonios anteriores y de los tres hijos que tuvo con él. Sin embargo, el mayor de estos, llamado Leopold, fue criado por su abuelo, no se sabe a ciencia cierta si para convertirlo también en un genio de la música como Wolfgang o por otras razones desconocidas.

Una manera de apreciar el talento de Nannerl, podemos obtener algunos comentarios de lo que queda de la correspondencia entre los miembros de la familia en forma de cartas. “Estoy asombrado de encontrar lo bien que puedes componer. En una palabra, la canción es hermosa. Intente esto más a menudo”.

Wolfgang le escribió a María después de que ella le envió su última composición. Parece que estaba muy impresionado y alentador. No sabemos cuánto trabajo produjo María; si ella era tan prolífica como Wolfgang, pero su obra puede haber sido extensa. Ha habido especulaciones de que parte del trabajo de Wolfgang puede haber sido incluso de María, pero lamentablemente, nunca lo sabremos.

Con el paso del tiempo, Wolfgang se convirtió en la estrella del pop de su época, comenzaron a perder el contacto. María finalmente se había casado a los 33 años, bastante tarde para la época.

Marianne hubiera sido probablemente el alter ego femenino de su hermano Wolfgang. Según unas cartas que éste escribió a su hermana en las que alababa sus obras, Marianne podría haber iniciado su carrera como compositora, aunque nunca se conoció ninguna pieza musical suya.

Lo que sí está claro es que fue una genial intérprete y que podría haber llegado muy lejos en el mundo de la música si las costumbres de la época y su propia voluntad no lo hubiesen impedido. Su particular contribución fue sin duda la inspiración de varias de las geniales obras de su hermano.

En 1787, Leopold murió, momento en el que Wolfgang y María reanudaron brevemente la correspondencia hasta la prematura muerte de Mozart en 1791. Cuando murió a los 35 años, había compuesto más de 800 piezas musicales y es reconocido como una de las figuras culturales más importantes e influyentes de la música occidental.

María se convirtió en un instrumento para la realización del legado de su hermano, contribuyendo a biografías y proporcionando material de fuente primaria en forma de cartas familiares. Este acto de amor y aprecio es una de las razones por las que las obras de su hermano son tan conocidas.

Después de que el esposo de María falleciera en 1801, ella regresó a Salzburgo y trabajó como profesora de música, compartiendo su pasión y arte por la música con otros. A pesar de quedarse ciega, continuó ejerciendo como profesora de piano y tocando este instrumento hasta su muerte. María Anna Walburga Ignatia Mozart falleció en 1829 a los 78 años. Su amor por la música nunca había disminuido y había tocado todos los días a lo largo de su vida. Si volvió a componer más adelante en su vida, no se puede encontrar nada de su trabajo. [1]

 

[1] https://www.mujeresenlahistoria.com/2011/01/un-genio-silenciado-maria-anna-mozart.html

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