DIALOGOS EN EL INFIERNO
POR JOSÉ ZENTENO
La mujer autócrata
Es difícil encontrar a mujeres que lleguen a dirigir naciones. En la historia apenas un puñado de ellas lograron colocarse en la cima del poder político y casi ninguna sucumbió a la tentación de abusar del poder para instaurar una autocracia.
Las mujeres suelen actuar con mayor razón y prudencia que los hombres. Al ser ellas víctimas de una estructura de poder que llaman “patriarcado”, optan por formar o fortalecer instituciones que garanticen una convivencia en condiciones de libertad e igualdad de derechos.
La primera oleada socialista en el mundo, machista en su génesis, nunca tuvo como líder a una mujer. Después de la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a principios de los noventa del siglo pasado, surge una nueva versión de pensamiento de izquierda que abraza otras banderas, entre ellas las de reivindicar la igualdad entre géneros y de personas con preferencias e identidades sexuales diversas.
Esta nueva línea “soft” de pensamiento socialista, reeditó un discurso político que persigue la igualdad, ya no de clases sociales, sino de derechos sociales. Aunque en el subconsciente de los líderes políticos socialistas subsiste el germen del autoritarismo como forma de gobierno. Estos líderes suelen confundir popularidad con aceptación social ante la concentración del poder político y la destrucción de libertades individuales.
Lo que ahora sorprende es la nueva versión de lideresas de izquierda como Cristina Fernández o Claudia Sheinbaum, que llegan al poder y lo utilizan para abusar de él. Es una contradicción en su condición de género, pero no en la praxis política del socialismo que abrazaron ambas desde su juventud.
La expresidenta de Argentina enfrenta hoy diversos procesos judiciales por distintas causas y delitos cometidos mientras ejerció el poder entre 2007 y 2015. Recordemos que en 2019 volvió al servicio público como vicepresidenta del país con Alberto Fernández en la presidencia.
La presidenta de México, primera mujer en llegar a ser Jefa del Estado Mexicano, se ha encargado de destruir la independencia del Poder Judicial y de abolir a los organismos independientes encargados de hacer efectivos derechos ciudadanos frente al poder. La Doctora Sheinmbaum cuenta hoy con amplia aprobación popular, sin que su imagen haya sufrido algún deterioro por las reformas de corte autocrático que ha consentido e incluso impulsado. Eso es hoy pero mañana no sabemos.
El peronismo, la corriente política de la cual forma parte Cristina Fernández, fue derrotado como consecuencia de la grave crisis económica que sus políticas sociales le ocasionaron a Argentina (inflación superior al 3000 por ciento anual). Hoy la señora Fernández viuda de Kirchner podría ir a prisión por actos de corrupción y abuso de poder.
Lo que la historia nos enseña es que el autoritarismo y la corrupción tienen consecuencias en la vida de los pueblos. Que en estos tiempos el abuso autoritario ya no es patrimonio exclusivo de los varones, que la borrachera del poder puede nublar el juicio de hombres y mujeres por igual. Pero igualmente un día cualquiera podría comparecer ante los tribunales y padecer el desprecio del pueblo que antes juraron defender.