El Tibetano.
“Quisiera hacer resaltar un punto a medida que consideramos al individuo en el grupo y sus relaciones grupales.
Vigilen cuidadosamente sus pensamientos respecto a los demás, eliminen inmediatamente toda sospecha y crítica y procuren mantenerse mutuamente firmes apoyados los un@s en los otr@s en la luz del amor.
No tienen la menor idea de la potencia y el resultado de tal esfuerzo; ni de su poder para desatar las ligaduras de cada uno y elevarlos como grupo a una extraordinaria altura que ni siquiera imaginan!
Por la luz pura del mutuo amor, pueden acercarse más al Ser y a la instrucción elevada del Ser en los aspectos profundos y subjetivos de la vida, y así, llegar más rápidamente al portal que conduce al _Verdadero Camino de la luz.
Tienen la oportunidad de demostrar entre sí, el valor científico y el poder del Amor ….considerado como la fuerza primigenia Principio Único de la naturaleza.
Esfuércense por demostrarlo así, y cada uno liberará lo que necesita para establecer cambios poderosos y vitales en los cánones y propósitos de la vida, en los miembros del grupo y su servicio a la vida.
El amor no es un sentimiento ni una emoción solamente, tampoco meramente un deseo o móvil egoísta para actuar correctamente en la vida diaria.
Amar es esgrimir la fuerza que guía los mundos y conduce a la Integración, Unidad e Inclusividad que impele a actuar a la Deidad misma. La Potencia del Ser.
El amor es algo difícil de cultivar en este nivel de consciencia, debido al egoísmo, inherente en la naturaleza humana todavía y difícil de aplicar en todas las condiciones de la vida y su expresión exigirá al máximo lo que puedan dar y el abandono consciente de toda actividad personal egoísta.