Luis Manuel Rodríguez García nos ofrece

Parábola del Enemigo

Del Poeta Sahuayense Luis Girarte Martinez.

 

Hermano:

Toma tus armas

y dispárame al pecho.

Aquí es donde la sangre

más me duele.

 

Que nunca,

las trincheras,

obstruyan el camino de tus balas.

 

Ni que los ojos tuyos

se nublen con el llanto

cuando mi cuerpo caiga.

 

¡Apúntame a la vida!

¡Siégame con la fuerza de tus brazos!

Que nunca fuí el centeno

para el pan de tus hijos.

 

Debes ser inclemente.

Insensible al lamento que agonice en mis labios.

Despótico y soberbio

como el dolor que viaja

abriéndome los cauces

de heridas subterráneas.

 

Abofetéame el alma.

Persígueme en la noche.

No des tregua a mis pasos.

Aniquílame.

Hiéreme.

Mátame.

 

Deja un comentario