Celebrando 200 Años de la Fundación del Estado Liberal de Michoacán
Elizabeth Zamudio Olivares, Cronista de Ciudad Hidalgo, Michoacán.
Al finalizar el Movimiento de Independencia en nuestro país, de inmediato se instauro el Primer Imperio Mexicano, fue un gobierno monárquico encabezado por el caudillo militar Agustín de Iturbide que duro de julio de 1822 a marzo de 1823.
Este personaje de origen vallisoletano tiene una historia muy controvertida, primero participó en las filas de los realistas, derroto a Morelos en las Lomas de Santa María, combatió a los insurgentes en el Oriente michoacano y posteriormente fue parte medular del Ejército Trigarante que unió a los insurgentes en 1821 consiguiendo la consumación de la independencia para después convertirse en el primer emperador de México.
Ante el fracaso de dicho Imperio, se generaron las condiciones para la promulgación de la primera Constitución Mexicana, lo cual sucedió el 4 de octubre de 1824 y Michoacán fue una de las 19 entidades fundadores de la nueva República Federal.
Nueve meses más tarde, el 19 de julio de 1825, se proclamó la Constitución Política del Estado Libre y Federado de Michoacán, documento en el que se estableció que el estado adquiriría el nombre que obtuvo de la antigüedad:
Michoacán y su territorio correspondería al que tuvo durante la Intendencia de Valladolid, exceptuando Colima. Internamente el estado se dividía en cuatro departamentos y veintidós partidos, el departamento de Oriente tuvo como cabecera a la Villa de Zitácuaro y los partidos que lo conformaron fueron el de Tlalpujahua, Zinapécuaro, Huetamo y Zitácuaro.
Michoacán inició el siglo XX con setenta y dos municipios y para cuando estalla la Revolución Mexicana cuenta con ochenta, en 1914 se erige el municipio de Madero y su cabecera toma el nombre de Villa Madero, sustituyendo al de Cuatro Caminos; en 1919 se establece el de Huandacareo; en los siguientes once años se constituyeron quince municipios llegando a noventa y siete en 1930; en la siguiente década se levantaron cinco contando con ciento dos en 1941 y finalmente de 1942 a 1974 se instauraron los últimos once, siendo el último el de José Sixto Verduzco y llegando a una totalidad de ciento trece municipios que son con los que cuenta actualmente el estado.[1]
Sobre este tema, quiero comentarles que recientemente tuve conocimiento de un artículo titulado “Lo borraron del mapa. Soberanía y Jurisdicción de un Municipio inexistente en Michoacán”, escrito por el doctor en Historia Martín Sánchez Rodríguez en la Revista: Relaciones. Estudios de historia y sociedad. La cual publica trabajos originales, inéditos y evaluados por pares, está dirigida a un público académico internacional de especialistas interesados en las ciencias sociales, humanas y afines. Dicho artículo a la letra dice:
“El 14 de febrero de 1941, el Congreso del Estado de Michoacán decretó la modificación del municipio de Ciudad Hidalgo. De acuerdo con la propuesta de decreto, en la tenencia de El Caracol, que antes pertenecía a dicho municipio, los diputados decidieron crear otra circunscripción municipal a la que se le denominó Pino Suárez en el archivo del Poder Legislativo de Michoacán encontramos en el Diario de Debates la trascripción del acta vigésima primera del 14 de febrero de 1941 donde se otorga la soberanía municipal a los habitantes de la tenencia de El Caracol y se le asigna una jurisdicción territorial”. “ ….. la creación del municipio de Pino Suárez ordenado por la LXVIII (68) Legislatura de Michoacán tiene una particularidad: sólo existe en derecho, pero no de hecho.”[2]
Actualmente, Michoacán se divide en diez regiones socio administrativas, son espacios con características naturales, sociales, económicas, culturales que le dan identidad y la distinguen de otras, la Región Oriente es una de ellas y vaya que tiene sus particularidades.
[1] Historia de la división territorial de Michoacán consultada en https://www.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/nueva_estruc/889463909125.pdf el día 29 de julio de 2024. P.p. 67-72
[2] Leer articulo completo en https://revistarelaciones.colmich.edu.mx/index.php/relaciones/article/view/835/1405