Cábala del Abandono
Recuerdas
Luis Girarte Martínez
El pueblo tenía risa de lluvia en los tejados.
Por la calle pasaba el sueño de los hombres
que vuelven con la noche,
el farol de la esquina,
de piel como los ángeles,
vigilando la sombra de mi cuerpo
hacia guardia,
y en las torres de la iglesia,
sólo por saludarte, al gusto de tu nombre,
solían repicar las campanas.
Recuerdas…
Tú salías a la puerta. Yo llegaba a la casa.
Testigo del encuentro eran las luces,
el viento, los relámpagos, el árbol
y los ojos de envidia de todos los vecinos.
No sé si queda algo de estas cosas
que nos fueron tan gratas.
Mi corazón tiene una angustia
de saber qué ha cambiado de la calle y la esquina
el +árbol y tu cara.