Neftalí Coria


 

Fotografía: Neftalí Coria
Fotografía: Neftalí Coria

 

El fruto verde de la mañana y la Vaquilla de San Antonio, esperan la madurez en la circunferencia que los días trazaron y alinearon a manos del aire.

Esperan, como yo lo espero, un destino circular.

Repetida y verde, la luz encandila los ojos de la tarde. Desde el fruto de la guayaba y el lomo de la visitante –circunferencia de fuego anaranjado–, hay un grito verde que sacude las hojas que las vigilan de cerca.

Vendrá la lluvia con sus patas de hilacho a mojarlo todo, a darle alas a la mariquita y vigor a la guayaba, para empezar de nuevo y volver a la circunferencia del mundo y al círculo de su destino.

Es un árbol la lluvia y árbol, su luz anaranjada.

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