Tranquilino González Gómez
Cada generación crea su versión y sus valores que su realidad le ha dado para disfrutar la vida, construir sus objetivos y sus sueños para forjar su futuro, un modo de comportarse y establecer relaciones para comunicarse con sus padres, sus amigos, compañeros de trabajo y con quienes se tenga alguna relación social de alguna naturaleza.
El asunto es que cada generación y grupo social, parte de estas bases y siente que su persona y su generación son los mejores, que su tiempo y lo que les tocó vivir y como lo hicieron fue lo mejor, y así es en efecto. La vida y el tiempo de cada quien es el mejor.
Con todo y eso las generaciones y los grupos de distintas edades se entrelazan y aún están viviendo juntos; pero pareciera que viven aislados y, sin embargo, comparten la casa, experiencias comunes y conocimientos que se transmiten de las personas mayores a los jóvenes y niños. Entonces qué es lo que todos tenemos en común y que nos hace relacionar nuestras vidas para avanzar juntos en este presente.
Todos somos seres humanos. Tenemos esos dos componentes Ser y Humano. Es la mejor definición sobre quiénes somos y nuestra naturaleza.
Tenemos una naturaleza que nos trasciende en el espacio y el tiempo, llamémosle Ser. Esencia, aspiraciones de eternidad a través de nuestros hijos, queremos que se nos recuerde, dejar huella de nuestro paso en la vida, algo que nos trascienda. Sentimos un alma y presentimos nuestra naturaleza sagrada, como lo dicen los religiosos somos hijos de la divinidad,
Por otro lado, somos seres humanos: tenemos instintos sexuales y necesidades que cubrir para nuestra sobrevivencia. Emociones y sentimientos, capacidad de pensar y actuar para satisfacer nuestras necesidades y lograr nuestros propósitos. Estudiamos y trabajamos bajo la inercia de lo que se nos han señalado como el camino de una vida justa.
Por si fuera poco, participamos en una sociedad que nos atrapa, que establece las normas y los modos de cómo vivir y encontrar aquello que llamamos el éxito, y lograr triunfar en la vida teniendo mucho dinero y una pareja hermosa, de buen cuerpo y que nos comprenda. Lamentablemente no se nos dice cómo lograr todo eso, y la vida misma se encarga de desmentir esos sueños y entonces la realidad nos vuelve duros, insensibles, prácticos, sin querer compromisos y teniendo solo placeres desechables.
Sin embargo, al buscar en nuestro interior nos sentimos vacíos huecos, incomprendidos e inadaptados a la sociedad a la que pertenecemos.
Una pandemia como la que acabamos de pasar nos ha dejado agotados, hastiados de estar mucho tiempo encerrados, con clases en línea, con pereza mental y con emociones encontradas producidas por las relaciones que solo tienen sustento en el internet o en placeres fáciles.
Así que, entonces, tenemos que buscar una guía que nos permita darnos cuenta de esta naturaleza humana y del ser. El cuidado de nuestro cuerpo y la salud. Como educar nuestras emociones, como tratar con nuestra mente y su inacabado dialogo interno para que lo manejemos y no al contrario que él nos maneje a nosotros. Como establecer una relación adecuada con nuestro Ser, a través de una vía olvidada: la espiritualidad. Consciencia de Ser. Conciencia de ubicarnos en el presente, en el aquí y ahora.
El Yoga es una forma de vida, significa saber recorrer ese camino. El Yoga de Pantanal se sustenta en el samkya, es decir en el conocimiento de la naturaleza y el nuestro a través de comprender nuestra realidad, el camino de la iluminación humana es la del conocimiento, es el de las ciencias.
El conocimiento es la primera vía para comprender nuestra realidad y aprehenderla, hacer realidad la teoría en la praxis, y dándole fundamento en los principios que tiene la propia vida y las leyes universales, despertar a la consciencia plena de ser, es decir darnos cuenta de nuestros sentimientos, pensamientos, nuestras acciones y la dirección o lo que podemos esperar al ejercitarnos en la vida.
La metodología y teoría del conocimiento nos han llevado a comprender nuestra realidad y nuestro ser humano, teniendo cada vez más claro que se requiere una visión global de nuestro ser humano y nuestra realidad. Una visión Holística que nos permita comprender nuestra totalidad.
Así que el primer compromiso de un ser humano es el cuidado de su salud, El cuidado de nuestro cuerpo, lo que comemos, el ejercicio y el descanso. El manejo de nuestras emociones, el estudio y ejercicio emocional. El saber educar nuestro pensamiento conforme a una educación espiritual.
La Dialéctica crítica y la dialéctica constructiva nos ofrecen una gran oportunidad de procesar nuestro conocimiento y objetivarlo en la realidad.
Campo de Conocimiento: la lectura de nuestra realidad y del espacio de nuestro interés. Objeto de conocimiento: lo que nos interesa conocer en lo particular. La Utopía que le da dirección a nuestro propósito, Viabilidad; es decir hacer realidad en la mayor aproximación en el límite hacia la utopía, para luego ir al conocimiento teórico, y de allí al conocimiento empírico, al conocimiento objetivo y de las experiencias, para luego llegar a la teorización, revisar todo el proceso y validarlo con los resultados.