José Juan Marín


Estrenar año es un acontecimiento especial porque celebramos la alegría de estar vivos. Además, los primeros días de enero para muchos significa una oportunidad para renovar intenciones, deseos y propósitos.

 

“Somos comparsas del teatro del mundo”, afirmaba el más espiritual y esotérico de los psicólogos, Carl Gustav Jung, para significar que, si bien tenemos una vida propia y personal, somos también “representantes y víctimas de un espíritu colectivo”.    

 

El psicólogo, psiquiatra y ensayista suizo, que murió el 6 de junio de 1961 –hace 63 años- es uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX.

 

El psicólogo Carl Jung, quien comenzó siendo discípulo de Freud, luego desarrolló toda una escuela de psicología diferente, que no solo tiene en cuenta lo individual, sino también lo colectivo, lo heredado y lo transmitido inconscientemente, y cómo esto influye tanto en las necesidades como en la identidad de una persona.

 

La obra de Jung, es muy vasta y recordamos este pensamiento: “Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”.

 

Es muy interesante este pensamiento, ya que esas cosas que no se han trabajado, que no tienen un cierre tienden a repetirse una y otra vez, hasta lograrlo. Cuando se observan patrones “siempre tengo el mismo tipo de pareja” o “siempre me usan de esta forma”, etc. eso que se cree que es el destino es, en realidad, algo inconsciente que es importante trabajar, para romper con esos argumentos, Dice el doctor en Psicología Flavio Calvo. 

 

Carl Jung no solo tuvo una visión más humana, sino también más espiritual del ser humano, muy marcada por la simbología, ya que consideraba que los seres humanos necesitan de símbolos y metáforas para comprender diferentes realidades.

 

Nos dejó escrito: “Yo no soy lo que me sucedió. Yo soy lo que elegí ser”.

 

Esta es otra de las frases sublimes de Carl Jung. El pasado, nuestros padres, los supuestos “traumas” no condicionan a nadie. Pueden influir en la vida, pero llega un momento en el que desde un lugar adulto uno mismo decide qué ser y qué hacer. No estamos condicionados a vivir mal si tuvimos malas experiencias en el pasado, sino que podemos resignificarlas y seguir adelante en un camino de crecimiento y cambio.

 

A esta frase Jung suma otra que dice: “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma”. Lo que resistimos continúa ahí, es bueno reconocer lo que nos duele y poder enfrentarlo y trabajarlo para continuar un camino de desarrollo.

 

Jung escribió mucho. Dejó para la historia esta frase: “Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana”.

 

Esta última frase es profunda. Qué bueno que es cuando, a pesar de tener toda la teoría en la cabeza, podemos reconocer que quien está junto a nosotros es un ser humano, nos recuerda el Dr. Flavio Calvo.

 

Jung dijo cosas que ayudan a pensarnos de manera diferente.

 

En este nuevo año es tiempo de hacerlo y de poner en práctica estas joyas del pensamiento en servicio de nuestro crecimiento.

 

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