¿Cómo mueren las democracias?

Juan García Tapia


 

«¿Cómo mueren las democracias?» es un libro del año 2018, escrito por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, dos destacados politólogos estadounidenses. Los autores exploran los factores y patrones que pueden llevar al declive y eventual colapso de las democracias modernas.

 

 

Levitsky y Ziblatt argumentan que las democracias no mueren de golpe, ni por medio de un golpe de Estado evidente, sino que se erosionan gradualmente a través de acciones y procesos sutiles.

 

Los autores presentan ejemplos históricos y contemporáneos para ilustrar cómo las democracias pueden ser socavadas desde dentro, a menudo con la complicidad de líderes y partidos políticos y la omisión de los civiles.

 

El proceso de desmantelamiento del andamiaje de las democracias, por parte de los autócratas, se distingue por tres componentes:

 

Primero: este proceso de desbaratamiento es lento, gradual y camuflado, y se dirige en contra de los contrapesos legales y las instituciones democráticas, mediante toma de decisiones, que aparentan democracia y beneficio colectivo.

 

Segundo: las alianzas y traiciones con los factores reales de poder, que perviven en la frontera entre la legalidad y la ilegalidad, permiten manipular las reglas del juego democrático, ya que están ahí, palpitando, como una constante amenaza en contra de los opositores al autócrata. Es la razón por la cual el autócrata tolera, o incluso fomenta el aumento de la violencia.

 

Tercero: la erosión democrática conlleva un desmoronamiento de la realidad compartida, lo que dificulta la formación de una oposición unida para proteger el régimen democrático. El autócrata inventa continua e insistentemente realidades alternas, sobre las cuales pretende que se rijan los gobernados.

 

Uno de los conceptos clave del libro es la idea de las «líneas rojas» o «normas democráticas». Estas son reglas no escritas, pero fundamentales, para el funcionamiento de una democracia sana, como el respeto a la libertad de prensa, la independencia del poder judicial y el rechazo de la violencia política.

 

Levitsky y Ziblatt argumentan que cuando los líderes políticos cruzan estas líneas, sin enfrentar consecuencias significativas, las bases de la democracia comienzan a erosionarse. El paradigma histórico de estos autócratas, que llegan al poder por medio de procesos democráticos son Hitler, Mussolini y Chávez.

 

Los autores también exploran cómo la polarización política excesiva y el tribalismo pueden debilitar la capacidad de las democracias para resolver conflictos de manera pacífica, e impedir compromisos pacíficos.

 

A lo largo del libro, que está escrito con un tono pedagógico, Levitsky y Ziblatt enfatizan la importancia de fortalecer las instituciones y las normas democráticas, y la necesidad de que los líderes políticos, y sobre todo, los partidos, asuman la responsabilidad de proteger y preservar el régimen democrático.

 

A nivel individual, un demócrata lucha, gana, mejora el sistema y se retira. Así de simple tiene que seguir siendo, si acaso lo fue, o inclusive si no lo ha sido nunca. Este es el espíritu que alienta a la democracia.

 

Se trata del libro más actualizado que aborda el tema de la democracia y las elecciones, la legitimidad del poder, la forma de gobernar y el comportamiento de los líderes que han sido beneficiados con el sistema democrático.

 

Cuando Aristóteles concibió la democracia como el mejor sistema político para Atenas, no lo hizo pensando como un modelo terminado, sino como el único que es capaz de perfeccionarse con la participación ciudadana, sin obligaciones, conveniencias o presiones. Por eso se dice que vamos a extrañar la democracia, si un día dejáramos de tenerla.

Deja un comentario