Tranquilino González Gómez

El pasado 4 de febrero fue el “Día Internacional de la Fraternidad Humana” aprobado por la Asamblea General de la ONU, y que se celebró por primera vez en 2021, en la intención de la comunidad internacional de unir esfuerzos para promover, entre otras cosas, la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la paz del mundo.

La riqueza que ofrece la diversidad humana en las maneras de pensar y accionar, que se sintetizan en lo que llamamos cultura, son tan asombrosas y múltiples, que debiéramos apreciar y cuidarlas porque son patrimonio de la humanidad. Todos somos uno, unidad en la diversidad. El respeto por uno mismo sustenta el respeto al otro, que son condiciones para reconocer la fraternidad humana y aún más la fraternidad universal.

Afortunadamente cada vez más seres humanos en todo el mundo empiezan a darse cuenta de la necesidad de reeducarse y sacudirse todo lo que les daña, al colocar los principios espirituales como el centro de sus valores morales y junto al ejercicio de su libertad asumir una nueva manera de vida, con el espíritu que requiere esta nueva era acuariana.

Así organizaciones como el Comité Supremo para la Fraternidad Humana, organismos de la ONU como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF, OMS, PNUD, OCAH; Suma Fraternidad que busca brindar herramientas a personas y organizaciones para potenciar su compromiso social en Latinoamérica, y Milonga (Mil Organizaciones No Gubernamentales en Acción), trabajan desde hace algún rato en pro de la fraternidad humana.

En especial la Red Gran Fraternidad Universal, Red GFU, que por sus características de red cultural tiene una forma de organización y comunicación abierta, flexible y dinámica, que incorpora de manera adecuada los principios de las sagradas tradiciones a las nuevas exigencias que plantean nuestros tiempos actuales, en donde la espiritualidad caminará a la par que el desarrollo del conocimiento científico al impulso de un gran humanismo.

La Red GFU es una organización mundial no gubernamental, que impulsa una formación y promoción de una cultura integral, desde el cuidado de la salud, la ciencia del buen vivir y servir, así como para elevar el nivel del potencial humano, la conciencia individual y social, la calidad de vida, una cultura de paz, amor, sabiduría, con un espíritu de fraternidad, bajo la premisa de hacer por los demás, lo que quisiera que hicieran para uno mismo.

El respeto por la vida es la esencia de la fraternidad humana. El ser humano es por naturaleza un ser social, ya que solo a partir de su participación, organizada en estructuras grupales, puede revalorar sus rasgos y valores individuales. Es más divertido estar con muchos que estar solo, por eso el amor es el más bello secreto de la identidad con la vida.

La guerra de Rusia y Ucrania nos muestra la crueldad y el dolor de tantas muertes de personas inocentes, incluidos los soldados que van en riesgo de perder sus vidas, pero también lo que les deja el cargar con el peso en su consciencia del daño que causaron. La cultura de la violencia es una cultura de la muerte.

La historia de la humanidad ha sido eso: Una historia de opresiones, de violencia contra los más débiles, del ejercicio, en la mayoría de los casos, de un poder insano y deshonesto, en donde se imponen las voluntades de los que ostentan la riqueza y el poder político. La miseria como producto de la explotación, la violencia y las depresiones que se causan al no tener las grandes mayorías el dinero para disfrutar las comodidades que otros ostentan, son parte de los males que cobija la ignorancia y la opresión.

El Día Internacional de la Fraternidad Humana es una invitación a erradicar la violencia, la xenofobia, el fanatismo político y religioso, la discriminación racial, la inequidad de género y de ideologías. Es el despertar a la plenitud de la consciencia, en que reconocemos que todos los seres humanos somos hermanos, al margen de nuestras diferencias.

El término Fraternidad proviene del latín fraternitas, que significa frater (hermano) e inus (pertenencia). Definido como el afecto o vínculo entre hermanos o hermandad. La palabra fraternidad fue usada principalmente por las religiones y las instituciones espirituales que se reconocían entre ellas como herman@s, porque sus miembros profesaban una misma creencia o filosofía de vida. Hoy esta palabra adquiere una connotación universal.

El principal antecedente que impulsó esta iniciativa del Día Internacional de la Fraternidad Humana, fue el encuentro del Papa Francisco y el líder musulmán Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyib, el día 4 de febrero de 2019 en Abu Dhabi, en la visita del Papa a los Emiratos Árabes Unidos. Allí como resultado se firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común.

La Declaración de Abu Dabi considera la importancia de la educación, la concienciación y el respeto a las distintas culturas y religiones. Señala la imperiosa necesidad de velar por los seres humanos, promover la paz y poner fin a la violencia, al extremismo religioso, las guerras y el terrorismo. Se creó también el Comité Supremo para la Fraternidad Humana, el 20 de agosto de 2019 con líderes cristianos, musulmanes y judíos de diversas disciplinas.

Una manera de promover la fraternidad humana es a través de acentuar la enseñanza de los valores morales y espirituales, la concienciación y educación en el hogar y en las escuelas, reforzar en las políticas y objetivos educativos a la fraternidad como un valor fundamental, siendo un derecho y un deber inexcusables.

De esta manera contribuiremos a promover valores de inclusión, equidad, justicia y libertad en el actual contexto social, político y económico en las naciones del mundo. La educación debe servir para transformar positivamente a los seres humanos no para mantener el status quo y los mismos males que nos aquejan. La vida merece nuestro agradecimiento, por tan solo experimentar lo vivido en este hermoso planeta, con alegría, paz y sabiduria.

Por Arturo TA

Deja un comentario