Piénsalo tres veces

El Reto del Aprendizaje Organizacional: ¿Cómo lograr una ventaja competitiva sostenida y sustentable?

Por: Francisco Javier Rauda Larios


 

“Todas las compañías enfrentan un reto común: Usar el conocimiento más efectivamente que sus competidores” Sir John Browne, former CEO, BP Amoco

 

A pesar de que vivimos en la era del conocimiento y bajo una economía basada en el conocimiento, en México, así como en la mayoría de los países de América Latina, aunque usted no lo crea mi estimado lector, la mayoría de Empresas y Organizaciones están, aún, muy lejos de una adecuada y eficaz Gestión del Conocimiento.

Sin embargo, temas como el Aprendizaje Organizacional, la Gestión del Conocimiento y la Gestión del Capital Intelectual, son temas comunes y recurrentes en las Empresas y Organizaciones que marcan la pauta a nivel global.

Como lo señala la cita que encabeza el presente artículo, el reto para las Empresas y Organizaciones del Siglo XXI es poder gestionar más efectivamente su conocimiento que como lo hacen sus competidores.

Los mercados de hoy, son cada vez más exigentes y competitivos.

Las organizaciones tienen que enfrentar situaciones que cambian constantemente, en ocasiones de un día para otro, y lo único que puede ayudarles en estos casos es APRENDER a manejar estos cambios lo más rápido posible y de la manera más adecuada.

Pero las demandas de un desempeño más rápido y mejor son difíciles de satisfacer cuando se trabaja aisladamente, en silos, dentro de la organización. Lo anterior provoca la duplicidad de esfuerzos con su consecuente pérdida de recursos valiosos y limitados.

Por otra parte, muchas de estas Empresas y Organizaciones no se dan cuenta de la cantidad de conocimiento valioso que pierden cada vez que un empleado se va de la compañía por cualquiera que sea la causa de su partida. Y, lamentablemente, siguen cometiendo, una y otra vez, los mismos errores por que “la mano izquierda” de la Empresa/Organización no sabe lo que “la mano derecha” está haciendo.

Es muy común que, en muchas de nuestras Organizaciones, ya sean públicas o privadas, exista una des-organización entre los departamentos o áreas que la componen.

Un caso típico (ejemplo) es cuando un departamento, ventas, por ejemplo, hace sus planes trimestrales o, incluso, anuales sin consultar con el departamento de producción.

Resultado: incumplimiento en los plazos de entrega a los clientes, reclamos y quejas y, peor aún, pérdida de credibilidad y confianza ante los clientes.

En el caso de los organismos públicos el ejemplo clásico es la administración del presupuesto, donde, por lo regular, cada una de las áreas o departamentos quieren los recursos para sí; sin considerar que la Organización funciona como un TODO, como un SISTEMA, o sea, un conjunto de partes que interactúan entre sí para lograr un objetivo común.

Ahora sabemos que la teoría de “la mano invisible” de Adam Smith, considerado el padre de la economía moderna tiene sus bemoles y que no es funcional en estos momentos. Smith sostenía, hace poco más de 150 años, que el beneficio o la búsqueda del bienestar individual conduce al bienestar colectivo.

Dicho de otra manera, si cada uno de nosotros nos esforzamos por alcanzar la riqueza en lo personal, sin considerar a aquellos que nos rodean, finalmente esos esfuerzos individuales conducirán a una sociedad más rica, como si una mano invisible llevara hacia delante el crecimiento y desarrollo de la población.

Sin embargo, con base en la Teoría de Sistemas, esto no es posible.

“El todo es más que la suma de sus partes”.

Y todo está relacionado con todo.

No podemos crecer al margen de todo aquello que nos rodea, de nuestro ambiente.

No se puede desarrollar una Empresa/Organización en la cual no existe la unidad y la plena conciencia, entre todos y cada uno de los integrantes de la misma, de cuáles son los fines y objetivos que se persiguen.

Es una cuestión imperante para toda Empresa/Organización, que aspire a permanecer competitiva y perdurar en el tiempo, desarrollar Capacidades de Aprendizaje, así como Administrar más efectivamente el Conocimiento y el potencial de cada uno de sus integrantes.

Solo así, a través de una eficaz Gestión del Capital Intelectual, las organizaciones podrán alcanzar los niveles de competitividad, creatividad e innovación que les permitan sobrevivir y desarrollarse en los mercados de su competencia, así como abrirse a un universo de posibilidades y retos mayores.

A manera de conclusión, cerraré el presente artículo con una pregunta:

¿Por qué necesita mi Empresa/ Organización el Aprendiente continuo?

La respuesta es, relativamente, sencilla.

Porque necesitamos una manera diferente de ser y hacer dentro de la Empresa/Organización.

Para poder conducir, de la mejor manera posible, los procesos y las actividades de la Empresa/Organización en un entorno de negocios cada vez más turbulento e hiper competido, donde la innovación, la creatividad y el desarrollo tecnológico vuelven ese entorno disruptivo será necesario, e indispensable, que la Empresa/Organización, entiéndase todos y cada uno de sus integrantes, aprendan a aprender de manera constante y efectiva.

Corolario:

El Aprendizaje es, sin lugar a dudas, una parte fundamental de nuestra esencia como seres humanos.

Aprender constantemente para mejorar nuestra Empresa/Organización, así como el entorno en que nos desarrollamos, nos hace ser actores activos y no, simplemente, observadores pasivos.

Aquellos con un interés genuino y una férrea voluntad para aprender constantemente, marcarán la diferencia.

Deja un comentario