Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Reyes

 

En los meses anteriores hemos presentado algunos resultados del Estudio denominado DISENSUM. En ese trabajo se elabora una metodología que permite dilucidar la forma en que será resuelta la sucesión presidencial de México para 2024, de carácter cualitativo-estratégica, donde las encuestas no son el eje central.

La metodología reviste su mayor relevancia cuando ya están confirmadas constitucionalmente las candidaturas a la Presidencia, porque analiza las estrategias de campaña y publica su prospectiva un mes antes del día de la elección constitucional.

Por ahora pretendemos sugerir la ruta de análisis a partir de dos grandes vertientes:

La primera observa los elementos que tomará en cuenta el Presidente AMLO para elegir al sucesor de la 4T.

La segunda privilegia los elementos que las élites partidistas opositoras tomarán en cuenta para elegir sucesor, al aglutinar intereses y representaciones de la sociedad civil ante el proceso sucesorio electivo.

Ambas rutas son frontalmente distintas. Veamos:

  1. La ruta AMLO-4T-Morena.

Hemos insistido en que se debe profundizar en los datos duros de la biografía del Presidente AMLO para entender sus formas de pensar y actuar.

Es un hombre de poder con arraigadas convicciones y valores republicanos, cívicos y religiosos que lo delinean siempre en los momentos clave para la toma de decisiones del país.

El Presidente AMLO ha sido, es y será un gobernante nacionalista por sobre todas las cosas. Durante décadas ha enfrentado diversos opositores cuyo núcleo de acción es la aniquilación política del adversario.

Así, el valor de la lealtad hacia su liderazgo y proyecto para él es incuestionable. No da pie ni acepta desviaciones, indecisión ni claudicación. Son más de 50 años dedicados a cuestionar y denunciar injusticias y desigualdades, corrupción e impunidad en México.

El discurso y la acción son los mismos incluso en el poder, a pesar de que la administración pública requiere especialistas y técnicos, se valora a partir de indicadores, metas y resultados; pero para el Presidente lo importante es el rumbo, ir hacia la ruta correcta. No parece importarle de manera central el cambio mundial ni los nuevos reacomodos geopolíticos.

En Disensum se privilegia este factor central en la cosmogonía y praxis de López Obrador. Consecuentemente, el puntaje asignado al aspirante López Hernández quién lleva cuatro décadas conquistando espacios políticos al lado del Presidente, siempre como segundo, como leal operador, eficaz receptor en praxis de sus instrucciones, y de realizador sin cuestionamientos ni desviaciones de la más pura voluntad del líder tabasqueño.

Construyeron oposición, movimiento y partido nacional a partir de la nada.Todo en contra y no se detuvieron, nada los desanimó. Son cientos las anécdotas y vivencias conocidas que dan cuenta de la lealtad desplegada de Adán Augusto hacia el Presidente AMLO. El Presidente sabe, está cierto de que, en las manos de Adán, como él lo llama, está a salvo el legado y aún inacabado proyecto de la 4T.

El Presidente sabe de sus cualidades, sobre todo de su carisma, el cual frecuentemente estira hacia lo inaudito. No escucha ni se detiene en entender los severos cuestionamientos que sus adversarios hacen a su modelo y gestión. Una profunda convicción en sus valores propios y una trayectoria exitosa de conquista del poder lo avalan.

El acertijo en la mente del Presidente está develado: si logra conservar el liderazgo político y la narrativa de la agenda nacional, su candidato será Adán.

Si las facciones duras, radicales de izquierda, extremistas al interior de su partido le presionan, la candidatura estará en las manos de Claudia, y con ello, el acecho permanente de los ebrardistas de que esa eventual candidatura haga implosión.

Sin embargo, los factores externos, la compleja geopolítica, los intereses americanos, siempre inmensos, asfixiantes, devastadores, el candidato será Marcelo.

Si los factores, la manzana de la discordia interna la posee Monreal, indomable, siempre crítico, eficaz político cuyas ambiciones no serán dobladas.

Al sentarse con adversarios opositores a la 4T, se guarda para sí con el Presidente AMLO, el giro decisivo a las reglas del método sucesorio presidencialista, o su defenestración de MORENA y su competencia contra el proyecto original de la 4T.

El último factor, no menos presente, definitorio es Dante Delgado. Veremos si el senador veracruzano que dirige Movimiento Ciudadano consolida la alianza opositora, la fortalece y la hace crecer, ó por el contrario, la debilita al transitar por una ruta individual, autónoma, propia, que le arroje mayor presencia territorial nacional, un partido con identidad clara y posicionamiento sólido.

¿Hace cuánto tiempo que el senador Dante Delgado y el Presidente AMLO no conversan?

  1. La ruta de la Alianza opositora

Ha corrido con suerte porque las circunstancias la han dotado de causas y razones valiosas para su lucha: la defensa del INE y la marcha cívica de noviembre. Una bocanada de oxígeno puro para esta amplia coalición de intereses.

Para la Alianza el valor fundamental de su candidato es la capacidad de construir consenso político. Un político conciliador, no polarizante, que medie y sume voluntades disímiles. Que comunique con verdad y precisión lo que la sociedad civil demanda resolverse. No tiene sencillo resolver su dilema.

Necesitan un candidato con la garra y valor de Lily Téllez, la madurez de Beatriz Paredes y de Santiago Creel, y la experiencia técnica de Enrique de la Madrid. Sí, un Santiago Creel menos tibio, una Lily Téllez más mesurada, profunda y menos histriónica, y un Enrique de la Madrid menos fresa, conjuntados en una sola persona. Y una salvedad más: que no sean ni aparezcan ser desdeñosos, ignorantes o incapaces de tratar y conversar con el pueblo.

Colosio ha mandado señales claras y sensatas de que, por ahora, no va. Para Colosio aún es tiempo de formación, de acumulación de aprendizajes, de maduración de su vocación y convicciones, en las que la política pueda confirmarse como el eje de su vida.

En su caso, el océano sinuoso de la política buscará empedernido atraerle del lado de adversarios de la 4T y su poder en las encuestas nacionales -a pesar de no hacer campaña por la Presidencia-, sugiere que en Colosio su decisión está cantada, pero no decantada en las circunstancias de la política nacional.

Es posible que a adversarios opositores de la 4T no les corra prisa por elegir candidato, advertidos de que el Presidente AMLO puede demoler la imagen pública de sus personajes, impresentables o no.

El tiempo avanza, las conversaciones y acuerdos entre los partidos y actores aceleran todo. En la casa de enfrente todo sigue su guion propio y la intensidad a todo lo que da, mientras la marcha del gobierno mostró poder y determinación.

El compás de rutas sugiere que, con una apasionada participación cívica, decidida voluntad de las clases medias y de los jóvenes, el país podrá intentar la alternancia con otro modelo de gestión, de desarrollo y acaso, de régimen político

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