Piénsalo tres veces

Inversión Vs Resignación II

Francisco Javier Rauda Larios


¿Nos estamos preparando de la manera correcta para cuando eso suceda?

Un fenómeno bastante curioso que he descubierto con el paso de los años y, la verdad no sé si suceda en otros países; pero en México es, tristemente, muy común.

Me refiero al hecho de que, en tiempos de crisis, que dicho se de paso, al menos en México, desde que tengo uso de memoria hemos estado en crisis, el primer presupuesto que cancelan la gran mayoría de la Empresas es el de capacitación.

Olvidándose de que es justo en esos momentos cuando nos tenemos que preparar, y muy bien, para enfrentar y salir avante de la crisis.

Por otro lado, también está el hecho de que las crisis no son para siempre y de que las cosas siempre cambian, a veces radicalmente, al superarlas. Luego entonces, también deberíamos preguntarnos si vamos a estar lo suficientemente preparados para esa nueva realidad.

Cómo nos lo dejo ver, muy claramente, la crisis sanitaria del COVID-19.

Aunado a lo anterior, y para acabar de completar, está la, no menos celebre, frase acuñada por tantas y tantas Empresas: “Nuestra gente es el recurso más valioso” e importante, agregaría yo.

Y, ¿qué sucede en las épocas de crisis en esa gran mayoría de Empresas, mi querido lector?

Si, adivinó, ese recurso tan valioso e importante, se vuelve imprescindible.

Me voy a permitir comentar que en mi práctica profesional hago énfasis, y a veces exageradamente, en que los tres principales factores constituyentes de toda Empresa/Organización son: Infraestructura, Sistemas y Gente.

Y hago más énfasis aún, como se puede evidenciar, en el más importante, de ellos:

La Gente.

Me voy hacer fácil la tarea y le voy a permitir a usted responder a las siguientes preguntas:

¿Quién ejecuta los procesos dentro de la Empresa?

¿Quién hace las cosas con calidad, o no?

¿Quién lidera la Empresa?

¿Quién hace que el ambiente laboral sea agradable o toxico?

¿Quién atiende a los Clientes?

¿Quién compra?

¿Quién programa y/o alimenta los sistemas?

Y como, bien diría, Don Mario Moreno “Cantinflas”, ahí está el detalle.

Por otra parte, hablar de cambio no tiene mucho sentido, ya lo dijo Aristóteles hace muchos, pero muchos años:

Un hombre no puede bañarse dos veces en el mismo río, porque aguas corren tras las aguas.

En otras palabras, lo único que permanece constante es el cambio.

Hablemos entonces de la incertidumbre de nuestro tiempo, como dicen ahora los que saben, vivimos en un mundo VUCA (por sus siglas en inglés).

Volatility (Volatilidad).

Uncertainty (Incertidumbre).

Complexity (Complejidad).

Ambiguity (Ambigüedad).

En resumen, vivimos en un mundo Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo.

Vivimos en una constante incertidumbre política, económica y, me atrevo a decirlo, tecnológica.

El desarrollo tecnológico y los cambios que éste está generando son, por decir lo menos, abrumadores.

Por lo tanto, las Empresas están obligadas, si quieren, pero solo si quieren, a permanecer competitivas a lo largo del tiempo y prosperar, a volverse dinámicas y adaptables.

Lo anterior, dicho sea de paso, nos aplica perfectamente igual a nosotros como Personas.

Pero, aquí está el pero que nunca falta, como dicen.

¿Qué hace que una Empresa, o una Persona, se mantenga dinámica y adaptable?

¡¡¡Señoras y Señores!!!

Con ustedes…

¡¡¡EL APRENDIZAJE CONTINUO!!!

También conocido como Capacitación Continua.

No es sino el Aprendizaje Continuo, o esta Continua Capacitación, lo que logra que, tanto las Empresas como las Personas, se mantengan en ese estado de dinamismo y adaptación y, por consecuencia, eso, y no otra cosa, es lo que les permitirá desarrollarse y prosperar.

Ahora, la otra parte triste del asunto que, supongo a estas alturas ya debe estárselo imaginando, y aplica tanto para las Empresas en general, como para las Personas en lo particular y, lo subrayo y enfatizo:

No nos gusta, amén de decir no queremos, invertir en nuestro propio crecimiento y desarrollo, entiéndase bienestar.

Y permítaseme aclar, la inversión no es necesariamente monetaria, también me refiero a invertir en ello el recurso más valioso que tenemos los seres humanos, el TIEMPO.

Y muchas, tanto Empresas como Personas, aluden a, lo que yo llamo, la forma más elegante de decir “no quiero” y es el hecho de decir: “No tengo tiempo”.

La cosa es que quizá, cuando tengamos tiempo, ya no tengamos Empresa y, en el caso de las Personas, trabajo.

Quizá en una publicación posterior, hable de este tema con mayor profundidad, por el momento, concluiré volviendo al tema de la inversión en asesoría y capacitación, ya que, como lo he señalado, tanto a Empresas/Organizaciones como a Personas nos cuesta, literalmente mucho, hacer el “sacrificio” de invertir en lo que a la larga, nos generará prosperidad y un mayor bienestar.

En fin, nos decidimos a invertir en nuestro futuro, y el de nuestra Empresa/Organización, o nos resignamos a aceptar, no quisiera decir “pagar” las consecuencias.

Como dice el viejo y conocido refrán: “En el pecado, se lleva la penitencia”.

Al tiempo.

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