La configuración social y política de los municipios en Michoacán

durante el periodo Porfirista.

Mtro. José Arturo Villaseñor Gómez


 

Terminada la guerra de Intervención Francesa, con el triunfo republicano se buscó imponer su programa nacional de organización de los estados y municipios.

 

En Michoacán el gobernador Justo Mendoza y su gabinete, en conjunto con los diputados, siguiendo el ejemplo que venía desde la capital del país, buscaron elevar a rango de Constitución las Leyes de Reforma, que incluían el afianzamiento de los registros civiles en cada municipio que pretendía controlar nacimientos, matrimonios y defunciones desde el gobierno civil, tarea que no era sencilla, aún pesaba la fuerza de la tradición e ideología religiosa que no lograba consolidarse en la gente, por ejemplo persistía la idea de que delito civil y pecado eran lo mismo.

Cuando en realidad desde la ley el delito era lo establecido en las leyes, en la Constitución, en los juzgados y pecado era lo establecido en la doctrina católica.

 

Si bien en muchos puntos, desde la moral coincidían, otros desde el derecho no aplicaban. Por ejemplo, el homicidio y hurto coincidían casi en todas sus partes, en cambio el diezmo, las creencias religiosas y otros temas de conciencia eran diferentes en la aplicación de una sanción.

 

Era ése uno de los problemas del estado laico qué no lograba armonizar con la idea de control material de la religión en esa búsqueda de modernidad, es decir, de transformar al fiel católico en ciudadano con derechos y obligaciones.

 

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