Luis Manuel Rodríguez García nos ofrece
HUELLAS EN EL POLVO
Poeta Sahuyense Luis Girarte Martínez.
8
Nunca tuvo
tanto valor la tierra.
No puede ser lo mismo
tasajearla en surcos,
plantarle la semilla
y esperar la cosecha.
Mucho menos será,
abrirle el corazón
para hacer los cimientos
de una casa que abrigue a la familia
y nos llene los labios de secretos.
Menos aún
será esperar a que fermente el rostro,
a formar con su piel urdimbre de caminos,
y en el pretil de los linderos,
llenar de cruces altas
como árboles nutriéndose,
para su sed de niños,
de su savia materna.
Porque nunca, nunca,
tendrá
tanto valor la tierra,
como cuando las manos
le abran, en la carne, una sepa
semejante a una cuna; y allí,
con la ternura de los hombres recios,
recostemos a golpe de cansancios,
los restos de este cuerpo
ya sin luz, sin voz, sin atributos y sin miedo.
9
No sé en dónde estás, amiga mía.
Estrella de mi sueño. Corazón y camino.
No sé dónde estás y te busco,
el rastro de tu sombra me bendice los ojos.
Señales de tu paso tienen puertas y muros.
Profanaron las calles las costras de tus huellas.
Y fue, nomás, un aire campesino,
el vaho de las bestias, la neblina del cerro,
la bruma de la tarde y el polvo…
cobijándome el cuerpo.
No sé de dónde traigo esta locura.
Si naciste conmigo, sabes bien que te extraño.
Si así se da la muerte, te recibo.
Si así se da el engaño, te deseo.
Indícame, si quieres, la dirección o el rumbo
que no pierdo las ganas de bien morir contigo.