Mario Ensástiga Santiago

A decir verdad, la noticia de la culpabilidad de Genaro García Luna, cuyo veredicto emitió un tribunal de Nueva York, por cargos de corrupción, tráfico de drogas, falsas declaraciones y contubernio con el cártel de Sinaloa de Joaquín Loera el Chapo, para un servidor, el fallo de la fiscalía de los Estados Unidos era una noticia esperada, y creo que así fue para la mayoría de la población medianamente informada, progresista y humanista.

Detesto las películas, música y cultura del narco, pero por diferentes razones de interés político en el 2019 me “chuté” la serie completa de Netflix sobre la vida del Chapo, donde narra y describe, con aceptada precisión, lo que hoy oficialmente sabemos y que revela la película real actuada por el superpolicía de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Gobiernos panistas en los que se acentuó el crecimiento y protagonismo de la delincuencia organizada, proceso que aún vivimos sin que podamos decir con certeza cuándo y cómo vamos a ver la luz al final del túnel, años de “guerra” y desasosiego para familias, que han sido parte de cientos de miles de muertes, migración y abandono de muchos poblados, desapariciones forzadas, violación de derechos humanos, impunidad y saqueo de los recursos naturales de las comunidades originarias y del pueblo de México en su conjunto.

La flamígera noticia contra Genaro García Luna es la confirmación de que Vicente Fox y Felipe Calderón convirtieron a nuestro país en un auténtico narcoestado; así piensan y actúan los conservadores y neoliberales, ni más ni menos.

Herencia de más de 70 años del PRI y 12 del PAN que han transferido a la 4t, pero que desgraciadamente todavía siguen vivitos, coleando y operando en diversos espacios, organizaciones, cargos de representación popular en diferentes órdenes de gobierno, poderes legislativos y judiciales, locales y nacionales, estructuras económicas, religiosas, culturales y políticas que actúan a diario para entorpecer el proyecto de Nación de la 4t.

Este histórico proceso judicial en contra de García Luna. para bien o para mal, tan vergonzoso para el Estado mexicano, se realizó en un tribunal de los Estados Unidos; hecho que al recorrer las cortinas y entretelones pone al descubierto las escenas de corrupción de los gobiernos del PAN y del PRI durante más de ocho décadas, acentuada en los últimos 36 años desde el Salinato, con el fraude electoral de 1988 que encumbró a Carlos Salinas de Gortari como el máximo dirigente neoliberal-vigente hasta ahora- derechistas panistas que comparados frente a los priístas han resultado “más cabrones que bonitos”.

Ciertamente es preocupante que el juicio se dé en los Estados Unidos y no en México, evidentemente a causa del extremado debilitamiento y descomposición de nuestro poder judicial, que paradójicamente, en estos día de juicio en que aún falta la sentencia de por lo menos 20 años de cárcel o cadena perpetua para García Luna, permite que no se cancelen las millonarias cuentas bancarias de la esposa del enjuiciado y las de Luis Cárdenas Palomino, éste personaje cercano colaborador del García Luna, que detentan grandes fortunas provenientes de las causas que han motivado la resolución judicial.

Para los agoreros y maldicientes del curso de la 4t, sin lugar a dudas es un duro mazazo a su patológica y animadversión hacia AMLO; estoy convencido que éste peculiar político mexicano les ha quitado el sueño y la tranquilidad en serio, que los tiene en permanente rabia y activismo en su contra, por todo y por nada, cómo, por ejemplo, si bien es cierto que no es el caso de todos los medios de comunicación masiva privada, si es el caso de la mayoría a nivel nacional y local.

Michoacán no es la excepción, así articulistas y opinadores de fácil acceso a los micrófonos y pantallas de la iniciativa privada, se han convertido en escribanos y escribanas monotemáticas, que no tienen otros temas que abordar y analizar; conductores de importantes noticiarios han perdido la función sustantiva de comunicar e informar, por la lesiva y truculenta función de formar corrientes y animadversiones a la visión, misión y objetivos de la cuarta transformación de la República.

Con frecuencia escuchamos sesudos análisis de la desastrosa y caótica situación del país, comunicadores de los medios que actúan con plena seguridad y alharaca de que son verdaderos expertos de todos los temas habidos y por haber; soberbia de estar frente a un micrófono y red social de amplio alcance, autoridad y supuesta objetividad para calificar y descalificar todo lo que hace o no hace el gobierno federal.

No me confundo, ciertamente las cosas no andan bien, como de verdad lo quieren los verdaderamente nacionalistas y bien nacidos en este gran país y nación, sin embargo, hay avances que pienso objetivamente habría que reconocer y valorar, efectivamente con una actitud autocrítica, crítica, propositiva y objetiva.

Estoy totalmente seguro, que el tan llevado y traído juicio a Genaro García Luna, no hubiera sido posible si estuvieran gobernando los neoliberales panistas y priístas, a final de cuentas son la misma cara de la moneda, corrupta, inhumana y apátrida, que les hace pensar que todo se puede comprar u obtener a como dé lugar; carentes de la capacidad para analizar la situación del país a partir de nuevos paradigmas y metodologías distantes de los modelos y visiones que se nos han impuesto durante el periodo neoliberal, definitivamente no toda la responsabilidad de la actual situación del país es del actual gobierno de AMLO y la 4t.

Ciertamente no es posible creer, salvo que se sea un verdadero estúpido, que Genaro García Luna haya tenido tanto campo de acción sin el conocimiento y anuencia de Felipe Calderón y en su momento de Vicente Fox cómo presidentes de México.

Cómo olvidar la enfermiza embestida del gobierno de Felipe Calderón hacia el gobierno de Michoacán, encabezado por Leonel Godoy, con declaraciones políticas, sino con el amago de recursos y programas federales de apoyo al crecimiento y desarrollo de los municipios y del estado Michoacán; lo más grave sin duda fue el “Michoacanazo” , acción del gobierno federal que apreso a 26 presidentes municipales y 26 servidores públicos estatales del gobierno perredista, que a fin de cuentas quedaron libres por falta de pruebas.

Me pregunto con qué cara, con qué autoridad moral ética y política van a acudir a la concentración del fin de semana en el Zócalo de la CDMX y en varias ciudades del país y del extranjero, ante personas que por diversas razones tienen una inconformidad particular y justificada con el gobierno de AMLO, ya que un gobierno no puede solucionar los problemas y darle gusto a todo mundo, pero que definitivamente no son parte de la rabiosa y tóxica ultraderecha mexicana.

Acudirán a la segunda movilización de los detractores de la 4t, seguramente será masiva y de importancia política para el devenir de los próximos años de México, no solamente de las próximas elecciones del 2023 y 2024. Concentración dirigida por la ultraderecha económica, secundados por panistas, priístas y perredistas extraviados, conservadores de toda naturaleza, retrógradas ideológicos, clericales y políticos, falsamente disfrazados de sociedad civil apartidista, en supuesta defensa de los intereses de la mayoría del pueblo, de la democracia, del estado de derecho y la soberanía nacional.

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