Poema Canciones Seculares

 Poeta Sahuayense Luis Girarte Martinez

 

29

Pero me duele la voz

cuando el placer se gasta.

 

Junto a los cuatro puntos de la vida

plantamos una cruz sin horizontes.

 

Para todos los rumbos

se nos fueron los ojos.

 

Y no hay ningún testigo

para inculpar al viento.

 

 

30

Ya me sabe a dolor

y a llanto

la palabra.

 

Renglones de ceniza

trazaron en mi cuerpo.

 

Nadie.

Nadie quiso indagar

por este extraño gusto de vivir

que me mata.

 

Y soy, en esta hora,

un río desbocado

que no detiene el agua.

 

Aquí planto el volcán de la sonrisa.

Aquí fecundo el árbol de los sueños.

Aquí marco el amor.

Aquí.

 

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