QUIEN ES CARLOS GÚZMAN ÁLVAREZ.

Serie biografías de mis amigos.

Por Ányelo Medina Huitron.

 

 

“…Estoy harto de mis insomnios: esta noche voy a salir de mi cuerpo….” o “…Larga noche tan larga que parece que se muerde la cola…” o “…Últimamente y con más frecuencia, mi propia sombra me abandona, me deja sólo y a la intemperie…” o “…Para llegar a tu corazón yo veo un desierto infinito…” o “…Las horas y los días se refugian dentro de mis ojos…y los años y los siglos detrás de mis espejos…” o “…Las noches no me alcanzan para deletrear tu cuerpo…” o “…Arena fuerte del sol, llanto del agua sin mar…” o “…Mil y un espejismos dañan mis ojos en un momento de paz…” o “…Ay, mi esqueleto se tambalea de sólo pensar en que algún día yo seré polvo de otro polvo…” o “…Las hojas de los árboles son como los sueños de la vida…” o “ …Sobre mis almohadas  las noches se caen de miedo…” o “… A veces llegan los días muy pesados…como plomo derretido en las espaldas…” o “…Todas la noches de todos los días me cobijo, con mis nostalgias y lujurias…” o “…Esta noche siento en todo mi cuerpo un temblor de luna…”

 

Asimismo: “…Por las noches son mis ojos los que se derriten por ti…” o “…Polvo soy con sabor a olvido…” o “…Oh esta vida tan dura…este tiempo tan pesado…este cuerpo mío, perdido en el ayuno de amor…” o “…Mi piel se descompone…sin luz de luna de amor…” o “…No es lo mismo vivir del arte que vivir para el arte…” o “…Dentro de mi mente se derriten mis memorias…” o “…Casi siempre a la media noche, mis ojos renacen de lágrimas por ti…” o “…Del mundo son los sueños que van a caer al abismo del silencio espacial…” o “… Caminos largos, pesados, sin historias para recordar…” o “…Cada rincón del alma está lleno de tiliches viejos…” o “…Mis sueños se atoran entre las telarañas del tiempo…” o “…Cuando hay plenilunio mi alma se transforma en luz de luna…” o “…Con los años mi piel se desbarata de tiempo perdido…”

 

Igualmente: “… Se caen mis ojos de sol…y mi piel de vida…” o “…Las noches aúllan sobre mis orejas…” o “…Sueño que sueño sin despertar…” o “…Nunca vivas sin luz de luna…” o “…Siempre que me miro de lejos, voy caminando a ninguna parte…” o “…De silencio y olvido se caen mis sueños…” o “… Los espejos de mi casa ya no soportan mi presencia…” o “…A tientas voy por los recovecos de mi alma…” o “…Por las noches mis almohadas flotan sobre los mares de mi llanto…” o “…Mi piel se descompone sin luz de luna de amor…” o “…Por más que lo evito casi siempre voy a caer al río insomne de la noche…”

 

Todos los anteriores son algunos fragmentos de la poesía de Carlos Guzmán Álvarez, publicados en la revista “Para Deletrear tu Cuerpo…” que me dedicó con el siguiente texto “para mi gran amigo Anyelo Medina de su amigo Carlos Guzmán”, que salió a la luz el pasado 3 de julio de 2022, con ilustraciones del propio Carlos, en el marco de su ejercicio denominada “Poesía Volante” que ha publicado “a sus costillas” desde hace mucho tiempo en la ciudad de México y en la Ciudad de Morelia.

 

Y es que Carlos Guzmán es un inquieto promotor cultural y un convencido de dedicarle su vida a la literatura y a la pintura aunque sea pobre. En los años de su juventud trabajó en distintas dependencias del gobierno como empleado o burócrata, como el mismo se definía, después ya en la medianía de su edad empezó a trabajar en el área de prensa y difusión del Instituto Mexicano del Seguro Social y cuando se trasladó a Morelia en 1985,  siguió trabajando en esa institución un tiempo y lo conocí, porque al mismo tiempo estudiaba grabado y xilografía en la Casa de Cultura de Morelia, con el maestro José Dolores Prado Velázquez, en donde fuimos compañeros, y un día me dice “ya voy a dejar mi trabajo porque me aburre mucho, porque lo sufro mucho y ya no quiero sufrir”, y lo dejó para dedicarse de lleno al arte. En ese entonces me presumía que había estudiado Literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, y que había conocido a la escritora Rosario Castellanos quien era catedrática en la Facultad de Filosofía y Letras de esa importante Institución.

Carlos Guzmán Álvarez, nació en Moroleón, Guanajuato en 1939, desde muy chico vivió en la Ciudad de México en donde, efectivamente, estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México, ahí también estudió Literatura Latinoamericana. . También estudió pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas,  (ENAP-Xochimilco), durante un año, en la década de los setentas.  En Morelia estudió en el Taller Libre de Grabado de la Casa de Cultura de Morelia, en ese entonces dependiente del Instituto Michoacano de Cultura. Es fundador de la revista Literaria Poesía Volante que actualmente se publica en el medio artístico literario.

 

Su primera exposición fué en el Teatro Stella Inda del Seguro Social, aquí en Morelia y ya con el grupo “Muro” que fundó el Maestro Prado Velázquez, realizó exposiciones en la Casa de Cultura de Morelia, Casa de Cultura de Uruapan, Casa Natal de Morelos y en otros municipios; fue finalista de la Bienal Alfredo Salce, en tres ocasiones y primer lugar de pintura en el certamen de Pintura y Grabado Efraín Vargas.

 

Recientemente, ha presentado su obra en exposiciones en diferentes galerías particulares de la Ciudad de Morelia y en galerías particulares de los Estados Unidos de Norteamérica. Carlos es polifacético, conforme dibuja, hace grabado, pinta, escribe, va al café del prado. Cuando pinta le da por los temas abstractos con un colorido exuberante; cuando graba hace retratos y arquitectura.

 

Para explicar la pintura de Carlos Guzmán es menester entender el lenguaje del abstraccionismo o del arte abstracto.

El abstraccionismo podría catalogarse como una confluencia de los movimientos  que dominaron el primer tramo del siglo XX, Fauvismo, Cubismo, Futurismo, Pintura Metafísica, Expresionismo, y Dadaismo. Todas estas corrientes, y la radicalización propuesta por pintores como Cézanne, Van Gogh,  Gauguin,  reformulan la escena pictórica de ese tiempo.

 

El Abstraccionismo, se puede considerar como el movimiento que resulta del impresionismo. Es una corriente artística donde la forma y el color tienen un papel muy importante, expresando una sensación de libertad en el arte y su creación en sí mismo. La autenticidad moderna de esta tendencia, aparece junto al artista Vasily Kandinsky en 1910, para este momento la característica principal de este artista es que no descompone las imágenes como cubistas, sino que imprimen sus obras en un impetuoso sentido del color.

Por otro lado, se denomina arte abstracto, al estilo que no procura reproducir las formas de la naturaleza u otros modelos, sino que se centraliza en las características de la estructura, colores y formas del trabajo en sí. La pintura abstracta se basa en los elementos de la naturaleza, pero no se aplica con ningún estándar; el artista manifiesta su mundo interior y el arte se vuelve absolutamente subjetivo. Una de las principales características de este periodo es que transmite sentimientos, en el uso sin límites de colores, al igual que las figuras geométricas, en pocas palabras, se libera el arte.

Dentro del arte abstracto, es posible destacar el Expresionismo Abstracto, un movimiento de pintura que se originó en la década de 1940 en los Estados Unidos. Entre sus características principales, se destaca su preferencia por el petróleo (y no por el lienzo) y por los formatos grandes.

Hay dos tipos de abstracción: Abstracción Lírica Cromática, es el que utiliza la función expresiva y simbólica de los colores y el ritmo producido por la relación entre ellos para manifestar procesos emocionales a través de la pintura, cuyo máximo representante es Kandinsky. Esta forma de abstracción también se llama cromática, con Kandinsky y Delaunay como los representantes más sobresalientes; Abstracción Geométrica, esto, por el contrario, usa la simplificación y el rigor matemático de las formas y colores en un ritmo estricto y un orden calculado. Sus principales representantes son Malevich y Mondrian. Un claro ejemplo es el trabajo de Mondrian.

Carlos Guzmán, en Michoacán, hace honor a esos grandes maestro de la plástica en el mundo, y aquí en su tierra se esfuerza por hacer pinturas que no entendemos pero que nos gustan mucho para colgarlas en nuestras paredes.

Esto es lo que podemos decir de Carlos Guzmán Álvarez un pintor y poeta grande, pero humilde y sencillo, al que podemos encontrar casi a diario en el café del prado, aquí en Morelia.

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