Luis Manuel Rodríguez García nos ofrece

Sobresaltos de la Amada Enemiga

Versos segundo y tercero, del Poeta:

Luis Girarte Martinez.

(2)

No sea tu faz como la flor tardía

que a ras de mí se erige sobre el suelo;

ni las alas del pájaro en el vuelo

ni las sorpresas que mi voz traía.

 

Deja que sea como la sangre mía

turbulenta en las márgenes del celo;

quieta, como los lagos del consuelo

donde prueban tus ojos mi alegría.

 

Para quitar la proyección del duelo,

porque de tanto adiós me mataría

el íntimo dolor del desconsuelo.

 

Que sea tu faz lo que mi ser pedía:

el viejo impulso de mirar el cielo

al inmenso temblor de la agonía.

 

(3)

A veces te presiento en una rosa:

pétalo azul, cariño circulado,

tímido sentimiento doblegado

al puño de la mano generosa.

 

No te soñé -imagen dolorosa-

el punto del adiós desesperado;

cuando me supe el pecho traspasado

entendí tu mirada ponsoñoza.

 

Siguiendo el horizonte de tu viaje,

me envolviste en la magia del paisaje

con el embrujo que tu ser prepara.

 

Y más cruel que la herida del engaño

el anuncio lascivo de este daño

con la irónica risa de tu cara.

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