Por: Eiamperi
Lo primero que tenemos que hacer los seres humanos para cambiar nuestra vida es cambiar nuestra manera de pensar. Dejar de ver el mundo como grandes problemas y quejarnos de todo lo que nos agobia. Requerimos poner en el centro el valor de nuestra vida, el significado real de venir a aprender en este mundo. Enseñarnos a amar y tener el servicio como fuente de las rectas relaciones humanas.
Hay que resolver de fondo nuestros problemas, no de manera superficial, al autojustificarnos. La disciplina se fundamental para poner orden en nuestra vida; al ejercitar nuestra voluntad, descubrimos nuestras fallas, lo que nos lastima, los problemas emocionales y psicológicos que necesitamos resolver, a través del cuidado de nuestro cuerpo, de nuestra vida emocional y mental. Se trata de tener un mayor bienestar y una mayor consciencia de nuestras capacidades espirituales.
Aprender y disfrutar todo lo que te ofrece la vida es su gran secreto. La magia consiste en crear las condiciones para lograrlo. La maravilloso es que cada ser humano es único, y tenemos una infinitud de oportunidades de comprender la vida, ya que nuestra percepción y maneras de pensar también son diferentes. Conócete a ti mismo y conocerás el universo.
El asunto es que vivir es un gran reto desde que nacemos. Hay que trabajar para satisfacer nuestras necesidades, y lograr ser amados por quienes nos interesan, familia, amigos, compañeros y una pareja que nos permita compartir emociones y experiencias, que nos comprenda y apoye, para salir adelante en las dificultades a vencer y avanzar hacia nuestras metas. El amor es la gran energía que nos impulsa y hace realidad nuestros proyectos de vida.
Aprender es el eje central de nuestra vida. Los niños son unas esponjas y maestros en este arte, porque para sobrevivir en la jungla que se teje en las sociedades, requiere de grandes empeños, habilidades y capacidades que hay que mostrar y demostrar en los hechos, para cumplir con una función que la sociedad exige para triunfar.
La gran magia del ser humano en esta nueva era para la humanidad es cambiar nuestra manera de pensar la vida. Que la luz ilumine esa obscuridad, que a través del miedo, la opresión por la pobreza, y sobre todo la ignorancia, los señores del egoísmo han gozado de los frutos al explotar nuestro trabajo, y crearon una doctrina del sufrimiento y el placer material, con la riqueza como coronación en este planeta de su reino.
Un mundo trágico, violento, un infierno lleno de culpas y pecados, que hay que expiar con sufrimientos y castigos. Esa es la educación que recibimos. Hoy se trata de concebir los aspectos positivos y negativos como experiencias necesarias para estar más conscientes. Estar atentos de lo que pasa en cada minuto de nuestra vida, para vivir a plenitud y con responsabilidad nuestra vida. Dejar de ver las noticias de la nota roja en las televisoras. No permitir ya más la cultura de muerte en las gestas criminales que nos obsequian como corridos.
Gozar de la naturaleza, sus paisajes artísticos gratitos, del aire y la luz que sana nuestros cuerpos. Aceptar sin coraje, sin culpa ni desprecio los aspectos negativos de uno mismo. Limpiar nuestro pensar, purificar nuestro inconsciente a través del perdonarnos nosotros mismos, para aprender a perdonar a los demás. Este planeta requiere de la vida, y los seres humanos somos los creadores de esta energía y la vibración que la alimenta. Cambiemos nuestra manera de pensar, al amarnos nosotros y a nuestros prójimos como a nosotros mismos.