La historia de las mujeres, una historia desconocida

Concha Michel

Comunista y Artista

Por: Fermina Arellano


  Compositora y cantante de canciones rancheras (corridos): Concha Michel, donde fue muy reconocida, también como política, comunista y antropóloga sin duda, como todas las que hemos enumerado en esta sección y seguiremos ofreciendo. Una mujer adelantada a su tiempo.

 

 

 

 

Con un profundo pensamiento feminista y en sus corridos una gran carga anticlerical, contra la misoginia de sus compañeros correligionarios. De sus trabajos antropológicos más destacados fue el de investigar las canciones populares del movimiento de la Revolución Mexicana, además de poemas, obras de teatro y ensayos.

 

Siempre su pensamiento y lo que creaba se refería a la situación de las mujeres, promotora y activista del voto de las mujeres. Por otro lado, en ese momento, (también ahora) los críticos de las luchas sociales no estaban de acuerdo que las luchas de las mujeres fueran específicas. Lo que esta teóricamente en las bases del comunismo y socialismo.  Eso genero que las mujeres se separaran de los partidos y desarrollaran sus propias organizaciones.

 

Comentaban las estudiosas de los movimientos feministas de izquierda. una frase que decían las comunistas: que los compañeros eran de izquierda, pero “ellas seguían lavando los platos”. También está registrado por las compañeras que en las filas del Partido Comunista en México (PCM) siempre hubo violencia que los hombres ejercían contra sus compañeras y no había alguna posibilidad  de dialogo en torno a las causas específicas de las obreras y campesinas.

 

Sin duda alguna de los datos más relevantes de esas misoginias están los casos de David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, impidieron que Remedios Varo pintaran murales en recintos importantes de la Ciudad de México.

 

En los 20´ Concha Michel, joven, de 20 años ya siendo Maestra nunca se detuvo para exhibir el clasismo de los políticos en turno, además del abuso de las iglesias y la misoginia de sus compañeros. Como lo señala en su artículo Angélica Jocelyn Soto Espinosa, que escribió el pasado 2019. en la página de la Critica.org.mx[1].

“Concha Michel, a lo largo de su trayectoria, llegó a desarrollar en México la posición más compleja y sensible sobre la ‘condición de la mujer’ y la Revolución Socialista», analizó la historiadora Ma. Lourdes Cueva Tazzer en su libro Textos y Prácticas de mujeres comunistas en México, 1919-1934.

 

Concha Michel, nació en Villa de Purificación, Jalisco, el 26 de mayo de 1895, en una familia de rancheros agricultores. Hay varios datos sobre su padre y abuelo, quien era latifundista venido de Francia, fundador de Fabricas de Francia y del convento de San Lorenzo de Loyola de Ajutla al sureste de la entidad[2], pero no hay información (ni el nombre correcto) sobre su madre y la influencia que tuvo en la vida de Concha, que -según la investigadora Cueva Tazzer- pudo ser determinante en su trabajo con las mujeres.

 

De niña, Concha fue educada en una familia acomodada que vino en declive junto con el régimen porfirista. Su pasión por la música empezó a los nueve años. Participó en ferias y fiestas patronales con su guitarra. Más grande estudió canto en Guadalajara, donde desarrolló su voz en música clásica.

Se convirtió en huérfana a los 10 años y la enviaron a un convento, de donde la corrieron cuatro años más tarde por quemar unas imágenes religiosas.

 

Su familia -ya sin recursos- la acogió de vuelta, pero a los 16 años presentó un embarazo que enfrentó sola, se relacionó con un estudiante de Chihuahua Fernando Casares, quien la abandono. Se empleó como maestra y trabajadora del hogar. Aunque su condición económica fue tan precaria que su hija murió por falta de atención médica. Una neumonía se la llevo a los 17 meses. Al poco tiempo se casó con un austriaco alemán, Pablo Reider, veinte años mayor, con quien tuvo un hijo Godofredo, se divorcia después del nacimiento de su hijo en 1918.

 

Tras esa vivencia, Concha decidió dejar de cantar ópera y se concentró en las canciones populares y con mayor arraigo con las personas a su alrededor, principalmente corridos y música de protesta social.

 

También se volvió comunista, de las primeras en México. Ingresó al PCM en 1919, cuando mataron a la socialista alemana Rosa Luxemburgo; en 1922 ya participaba en los mítines del partido. Desde entonces fue compañera de vida del secretario general Hernán Laborde. Con o sin partido ella continuo con su lucha toda su vida cuentan que una vez acompaño a un grupo de 250 mujeres con Plutarco Elias Calles para pedirle apoyo para la instalación de un centro de apoyo a las mujeres rurales, aunque no fue mucho el avance con su amigo el General Lázaro Cárdenas del Rio logro su cometido.

 

Escribió en su autobiografía, que es un poema: “¿por qué Dios será varón sin su Diosa compañera?… pregunta a los catorce años, aquella niña costera. Y así siguen las preguntas, temiendo a la autoridad: ¡Y por qué unos hombres mandan, los otros sólo acatar”.

 

Concha Michel | Fuente: INAH
Concha Michel | Fuente: INAH

En la década de los 20, Concha publicó un artículo muy crítico contra la forma en cómo el PCM trataba “la cuestión de la mujer”.

 

La comunista pensaba que “el problema de la mujer no es sólo de clase trabajadora, las mujeres tenemos causa común y causa diferente. La causa común es la de la mayoría de mujeres que vivimos explotadas por los capitalistas, y la causa diferente es la reconquista de nuestra autonomía en relación con la responsabilidad social que tenemos como madres, o como productoras de la especie humana”.

 

Sin embargo -de acuerdo con la historiadora- “el Partido consideró (esa postura) del todo errónea y desviada de lo que los comunistas debían hacer”.

 

De todos modos, Concha decidió incidir más en la formación de las mujeres desde el pensamiento socialista. Así participó en el Centro Femenil Rosa Luxemburgo antes de que ella muriera, Concha ya militaba en el PC. una organización integrada por más de 200 mujeres trabajadoras textiles y esposas de obreros.

 

Como parte de ese grupo, Concha Michel, junto a la socialista María del Refugio García Martínez. “Cuca García” (a quien se le rindió un homenaje en el Congreso del Estado de Michoacán el  pasado 17 de octubre del 2021 y cuyas letras de oro se encuentran en el frontispicio a un lado de las y los ilustres Michoacanos, reconociendo su aportación al movimiento sufragista de México, el más importante en 1935).  

 

Viajaron a la capital del país a impulsar actividades de formación comunista, realizar talleres sobre economía familiar, discutir formas de participación y promover corridos y canciones revolucionarias. Este Centro fue identificado como el grupo más importante de mujeres organizadas que participaba activamente.

Concha decidió disociarse del Partido una década después de haber entrado, en 1934, pero continuó con la formación de mujeres socialistas.

 

 

Y escribió un texto llamado Marxistas y marxistas en el que explicó al Partido su salida: “no porque no esté de acuerdo en su programa de lucha en el aspecto económico que orientan Marx, Engels, sino porque no hay todavía en ese movimiento una línea precisa que abarque debidamente el programa femenil y éste es el lado débil del movimiento comunista inclusive en la U.R.SS”.

 

En 1936, Concha Michel creó un programa llamado Casa-Escuela de la mujer trabajadora, con el que inició una “misión cultural” por distintas entidades; y más tarde escribió obras de teatro enfocadas exclusivamente a las mujeres.  Por encargo de la secretaria de Educación Pública para recoger ejemplos de música mexicana.

 

En su postura anticlerical, también hizo una reinterpretación de la biblia y escribió en su libro Dios Nuestra Señora un artículo intitulado Diez Mandamientos que atribuyó a la madre de Moisés.

 

Ahí escribió: “El concepto unilateral político o Dios Macho vino con el patriarcado, y el sistema capitalista lo aprovecha admirablemente convirtiendo a la mayoría de hombres y mujeres en rebaños de explotación y reduciendo a la mujer a una especie de elemento adicional del que se sirven aún más irresponsablemente que como lo hacen, por ejemplo, con la guerra o con el agua”.

La activista también analizó mucho la existencia de sociedades matriarcales o “comunismo primitivo”, donde -según sus reflexiones- no había “explotación ni división de clases”. Y, junto con Juana Belén, escribió la República femenina, un ensayo en el que -de acuerdo con la filósofa Francesca Gargallo- proponían que la liberación femenina debía sustentarse en su capacidad de creación y no en la imitación de las actividades masculinas; ideas que se adelantaron 40 años a las corrientes más críticas del Feminismo de la Diferencia.

 

Según Beth Miller, autora del texto Concha Michel: revolucionaria mexicana, ella quiso formular un poderoso contramito que tuviera fruición en la ideología y cultura del país. Para cumplir este propósito, empezó desde cero:  rechazó y reemplazó el mito Cristiano de la Creación y el pecado original.

Concha Michel | Fuente: INAH
Concha Michel | Fuente: INAH

Su pensamiento feminista la llevó en los años sesenta a escribir y firmar con otras compañeras un manifiesto en el que proponen la existencia de una diosa en lugar de un dios.

 

A su manifiesto lo llamó “teología feminista” o “teología de una Dios Madre”. Sin embargo, ahí llegó a la conclusión de que se trataba de una deidad dual que integraba al ser mujer y el ser hombre.

 

Se mantuvo en su pensamiento hasta que murió a los 93 años en Morelia, Michoacán. Conforme avanzó en edad, la mayoría de sus personajes en sus obras eran mujeres.

 

Concha Michel hizo un compendio de más de 200 canciones populares que reunió de todo el país; escribió Una colección de obras para teatro (1936); Dos antagonismos fundamentales (1938); Una colección de cantos revolucionarios (1940); Otra colección de obras de teatro para la mujer (1942); Amor en las sombras (novela, 1944); Cantos indígenas de México (1951); Dios Nuestra Señora (1966) y Dios Principio es la Pareja (1974).

 

Te dejamos algunos de sus versos y corridos:

 

Ley proletaria
Ora ricos, no se asusten,
Ningún mal se les hará
Si quieren vivir como hombres
Y ponerse a trabajar.

El demócrata Madero
Al pueblo favoreció
Tumbando a Porfirio Díaz
Que a México envileció.

Poco a poco van cayendo
Todos los que son tiranos
Hasta que el mundo se limpie
Y queden puros hermanos.

Corrido anticlerical
Ay, que amores pega el cura
Tristes como palo blanco
Ni se secan, ni enverdecen
Nomás ocupando el campo.

Con razón reniegan todos
De esta vida tan salvaje
Pero arriba está un diablote
Y donde hay miedo no hay coraje.

Dicen que son nuestros padres
Toditos los sacerdotes
Pero lo que yo estoy viendo
Que son puritos padrotes”

Corrido Niño proletario:

 

Pueden consultar su obra completa aquí

MUJERES COMUNISTAS

 

[1] https://www.la-critica.org/quien-era-concha-michel-pensamiento-feminista-y-corridos-anticlericales-contra-la-misoginia-de-izquierda/

[2] https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02MfLxmXTCMhHoWNr8kcuxnFkYe2CmgQ29PUzWrn3dpi9mCmAVgJFGy8Y5FGYUQtUbl&id=100063671101643&post_id=100063671101643_pfbid02MfLxmXTCMhHoWNr8kcuxnFkYe2CmgQ29PUzWrn3dpi9mCmAVgJFGy8Y5FGYUQtUbl&sfnsn=scwspwa&mibextid=VhDh1V

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