Ingeniera Ambiental Frida Sauno Contreras

Panorama Ambiental A.C.

Michoacán es uno de los estados mexicanos privilegiados por la riqueza y diversidad de sus recursos hidrológicos, con un registro de 2,703 sistemas acuáticos incluyendo lagos naturales, lagunas costeras, lagos cráter, presas, ríos, acuíferos, manantiales, humedales, pozos, además de 200 kilómetros de costa en el Océano Pacífico, con uno de los puertos más importantes de la Cuenca del Pacífico que es el Puerto de Lázaro Cárdenas. Entre sus sistemas naturales se encuentra uno de los lagos más jóvenes de México, Zirahuén, así como uno de los lagos más antiguos del mundo y el segundo más extenso de México, que es el lago de Cuitzeo.

Los municipios ribereños del lago de Cuitzeo viven actualmente con la creciente incertidumbre de año con año esperar la puntualidad de las lluvias, mientras que Morelia vive en constante temor por los daños potenciales de las inundaciones que sufren en cada periodo torrencial de lluvias.

¿Son las lluvias el problema? Desde luego que no, el problema es el indiscriminado cambio de uso de suelo por los diferentes corporativos inmobiliarios, la especulación de terrenos en los asentamientos irregulares, el deficiente sistema de drenaje y alcantarillado, la fuga de hasta el 40% de agua en los sistemas de distribución y suministro, la invasión de las urbes en las zonas estratégicas de infiltración y amortiguamiento de eventos torrenciales.

El problema es que la lógica económica se concentra en el paradigma de que la naturaleza se adapte a las necesidades del modelo de desarrollo, cuando la visión racional es totalmente lo opuesto. El modelo de desarrollo económico debe de ser con visión sustentable, es decir, un modelo ambientalmente compatible, económicamente viable y socialmente justo.

Urge pues la aplicación de herramientas de planeación con un enfoque auténticamente sustentable, con políticas de restauración y protección de los recursos naturales, especialmente agua, suelo y bosque, es de fundamental importancia la actualización e integración de los atlas de riesgo en todos los planes de desarrollo; urge generar balances hidrológicos para asegurar el caudal ecológico que mantenga los bienes y servicios ecosistémicos de lagos, embalses y ríos.

También es, hoy en día, apremiante la integración de propuestas de gestión ambiental que sean transdisciplinarias, innovadoras, científicas y con creciente empoderamiento y apropiación social.

URGE ESTABLECER UN PLAN DE ACCIÓN CONTRA LAS SEQUÍAS EN MICHOACÁN, los conflictos y enfrentamientos por el agua hace tiempo que empezaron. Como lo dice el Dr. Arturo Chacón, el Centro Occidente de México no tarda en fijar su mirada en el lago de Cuitzeo como una fuente de abastecimiento para el estado de Guanajuato, el mismo potencial que la CDMX vislumbró para el Sistema Hidrológico de Cutzamala. ES URGENTE QUE GUANAJUATO PRODUZCA SU PROPIA AGUA, Y NO ANDE HACIENDOLE AL VAMPIRISMO.

Michoacán entonces tiene potencial para ser el productor de agua que sostenga el desarrollo del centro de México. ¿Los michoacanos estamos preparados para enfrentar este enorme reto para la sobrevivencia de la sociedad mexicana?.

La orografía, posición geográfica y la diversidad de climas en Michoacán favorecen la existencia de una amplia diversidad de ecosistemas, que desde el imperio P’urhépecha se reconoció como una gran oportunidad para el desarrollo de su civilización. La presencia de sierras, volcanes, montañas, mesetas y valles han definido el establecimiento de numerosas comunidades humanas fortaleciendo a la mayoría de los sectores económicos que son vanguardia en la región Centro-Occidente del territorio nacional mientras de manera simultánea se agudizan problemas como el acceso al agua, falta de comunicación, deficiente educación, transporte ineficiente, falta de empleo, falta de cobertura en salud pública e inseguridad, entre otros servicios esenciales.

La superficie forestal de Michoacán reportada por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (2007), es de 1.69 millones de hectáreas, es decir, menos del 29% de la superficie total del estado. Es ampliamente documentado que los bosques son los principales productores de agua y sin embargo los incendios, deforestación y el indiscriminado cambio de uso de suelo para la agricultura, vivienda e infraestructura pública continúan siendo la causa más importante de la destrucción del patrimonio forestal e hidrológico.

Los conflictos sociales que se han suscitado por la disputa de tierras y el recurso hídrico no son solo propios de comunidades y ejidos, también entre colonos de las grandes ciudades. De manera incipiente y fragmentada, la sociedad comienza a aceptar los graves errores cometidos del pasado y se plantea apenas un esfuerzo para mitigar los daños que en muchos casos es ya irreparable.

Un ejemplo es Cuitzeo, un lago en el que en varias ocasiones se ha impulsado una política totalmente equivocada de desecación y relleno del vaso lacustre para fines agrícolas. La construcción de las presas en Cointzio y Malpaís (1939 y 1951) disminuyeron drásticamente el ingreso de agua, favoreciendo frecuentes sequías, cada vez más prolongadas; mientras que el recurso hidrológico disminuye, en cantidad y calidad,las instituciones han promovido la incorporación de hasta 2,500 ha de tierras para la agricultura en la zona de la desembocadura del Río Grande de Morelia.

Este hecho ha significado la pérdida de extensas áreas lacustres con graves implicaciones en la hidrodinámica del lago. De la misma manera, la construcción de la antigua calzada en el año 1881, la autopista de Occidente Ciudad de México-Guadalajara 15D en el año 1994 y la deficiente e incompatible construcción de la autopista 43D Morelia-Salamanca con un modelo de piedraplén en el año de 2006 ha ocasionado de manera sinérgica la disminución en el flujo de manantiales, el estancamiento del agua y el incremento en la tasa de evapotranspiración de este valioso ecosistema acuático.

Con cada sequía los habitantes ribereños del lago de Cuitzeo sufren y enfrentan los impactos económicos y de salud pública ante la indiferencia institucional de las autoridades gubernamentales en sus tres niveles. De acuerdo a los estudios del Dr. Rafael Trueba, los habitantes de los cuatro municipios más afectados por las tolvaneras absorben en su economía familiar el gasto por servicios médicos hasta por 7 millones de pesos cada año.

Las 1,200 familias de pescadores que se sostenían del lago de Cuitzeo, ahora no pescan las tallas requeridas ni para su propio sustento, obligando a este sector a migrar en busca de otros empleos en otras ciudades, incluyendo los territorios de los Estados Unidos de Norteamérica.

No solamente es la pesca, es el sector productivo más afectado por la desecación y la mala calidad del agua de las pocas áreas lacustres, sino también los sectores comercial, turístico y empresarial que también son severamente afectados. Incluso los productores agrícolas que anteriormente promovieron la apertura de tierras dentro del vaso lacustre, durante las etapas de desecación no pueden irrigar sus tierras con las aguas negras del Río Grande, porque simplemente este cauce se secó, sin aportar una gota para los meses de abril a junio del año 2021.

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