Por G. José Alfredo.

Abrir una columna con este tema, tan vigente requiere marcar pautas para su abordaje. Y hacer de esta exploración desde lo conceptual, lo emocional, algo vivencial y redituable en lo cotidiano y en lo trascendente.

El reto es grande cuando se trata de actualizar nuestros paradigmas, los del siglo XX y su transición al siglo XXI. Queda claro, que no existe un catálogo descriptivo, que nos dé a detalle, su especificidad; hay un recorrido, visible desde diferentes ópticas, desde diferentes ramas del conocimiento humano: Desde la ciencia, el Arte y la Mística; Desde Personajes que, a través de sus propuestas, han incorporado, lenguajes y visiones de un mundo nuevo.

De científicos que, a partir de sus teorías, cambiaron los paradigmas -esquemas o estructuras-y con ello, se dio el banderazo, a toda una oleada de teorías en el campo de la física, de la biología, de la astronomía, que tuvieron su aterrizaje en niveles tecnológicos, y ahora son usuales, y no causan el menor asombro.

Hacer un recorrido, por la ciencia, por las artes, en cualquiera que sea de sus manifestaciones, son el sensor del desarrollo evolutivo espiritual del ser humano, como un ente colectivo.

Y Así como existe el concepto ciencia, desde la propuesta de un Mario Bunge, Kedrov y Spirkin, o Rudolf, tienen un reconocimiento desde la Academia de Ciencias; asimismo tratándose de la espiritualidad, también tiene su “Academia”, que se le denominaría: La Tradición o bien Ciencias Sagradas.

Las ciencias Sagradas se clasifican en cuatro grandes apartados: Androgonía, Cosmogonía, Teogonía, Fisiogonía. Que explican, el origen, la naturaleza, y destino del universo y del hombre; la Ciencia aborda el mismo objeto de estudio, como modelos experimentales; diferentes: como materia y energía. Gregg Enriques, tiene su clasificación desde la óptica de la psicología.

Es desde esta óptica, con lentes de ciencia, desde el hemisferio cerebral derecho, a través del cristalino del ojo izquierdo, complementado con su par, el ojo derecho; accionado desde el hemisferio cerebral izquierdo, desde la creatividad e intuición, abordaremos temas asociados al desarrollo de la conducta humana, relacionados con el personaje y sus disfraces.

Asimismo, a profundidad desde las tradiciones de sabiduría, desde la voz de algunos de sus destacados personajes, nos daremos inmersiones a la profundidad de conceptos como el ser, la nada y el vacio.

Nos ocuparemos de su expresión en el espacio y en el tiempo, desde esa manifestación de vida, daremos referencias de la explicación antigua al problema actual, y desde la explicación actual, a través del modelo de ciencia, al problema antiguo, a los problemas de la naturaleza del tiempo y del espacio, del ser, de la fuente original de la vida y la relación que guarda el hombre en este proceso de la creación.

Origen, naturaleza y destino.

Las preguntas de ayer y de hoy nos remiten al cómo. A la matesis, a lo pragmático, a la metodología, al arte o la ciencia, o bien todo combinado, de cómo sincronizamos un modelo de vida, al conocer nuestra verdadera naturaleza, acorde a ambos esquemas, al personaje tan cercano y próximo, a la materia, a conjugar el verbo tener, versus esencia, cuya forma de hacerse sentir es a través del silencio.

Por otra parte, el cuerpo mental, (la mente racional-cumbre del pensamiento Cartesiano) vive, atrapado, por el cuerpo de emociones; en los 80´s, Daniel Goleman, se convirtió en autor Betseller, por enunciarlo en su ovacionado libro. Hoy compartimos la frase Inteligencia Espiritual, para argumentarlo, documentarlo, describirlo, atestiguarlo. Trascender el paradigma sujeto-objeto, escritor-lector, y conseguir la fusión, oriente-occidente, subjetivo-objetivo, en una mirada mas allá de la línea del horizonte, de lo inmensamente grande, a lo inmensamente diminuto, de los umbrales de la ciencia a los umbrales de la Sabiduría Antigua; uno de los paradigmas que hoy vivimos.

No se busca atrapar en el laboratorio al Gato de Schodringer, se trata de experimentar la electricidad, el electromagnetismo, en suma, nuestro cuerpo de luz, en este momento menos popular que el covid, pero tan real y tan potente desde su silencio, que inspira, conecta, une, a algo superior.

Al estilo de una pasarela famosa, invitaremos a que nos den una visión, gente encumbrada, empoderada, por sus aportaciones a través del método teórico, o a través de la observación, y experimentación, en lo infinitamente grande o su polo contrario lo infinitamente pequeño; y, también a quienes como lo describe la psicología transpersonal, han alcanzado experiencias cumbre, -estados de iluminación permanente- a que nos compartan sus visiones de la nueva humanidad que está en construcción.

Este es nuestro, tema: La espiritualidad en el siglo XXI

No se trata de seres predestinados que, en una gran pelea en el olimpo, son protegidos por unos dioses y obstaculizados por otros, es la invitación a vivir, se trata de actuar desde una toma de decisiones. Se trata de participar en la construcción de un Nuevo Mundo.

Participamos a la luz de los Grandes Ciclos de la Humanidad, desde el arquetipo colectivo de la Humanidad, el arquetipo de Jung; no es un modelo estático, ya que todo gira y en esa espiral, la voluntad individual suma, cuenta y genera masa crítica.

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