Luis Manuel Rodríguez García les comparte del poema

Los Signos Rescatados

del Poeta Sahuayense Luis Girarte Martinez.

3

Me lavaré las manos

en el agua del río

para dejar mi culpa

en el torcido verso de su cauce.

Gozoso de mi hazaña

escucharé el lamento de las piedras

donde nace la espuma

y el rencor de los árboles

hiende su rostro en el espejo.

¡Qué rebelión de jaras!

¡Qué motín de raíces!

Las guijas seguirán dando vueltas

asediando las sombras de mi vida,

¡las impulsa la fuerza del escándalo!

4

Hoy me planto en la calle,

a la mitad del mundo.

Hacia el Norte, la ira.

Hacia el Sur, la esperanza.

Y mi tierra,

esta estatua de barro que soy

y en quien no creo,

pugna por germinar antes del alba.

Me seduce el momento

definitivo y cruel

con que cruzan el llano

la miseria y el hambre;

y mi cuerpo es un tronco sedentario

que alimenta las ramas de la guerra.

Hoy no sé de la paz.

La risa se me fue desprendiendo de los labios

como una gota gruesa de hiel quemándome la vida.

Hoy me planto en la calle

y sufro la consigna ineludible

de avisorar mi muerte,

cuando el comando de las noches llega

a ocupar la verdad de las auroras.

5

Voy a hacer con mi polvo un camino

para llegar a la ciudad donde mis muertos

levantan como zarza su osamenta.

Al cubrir el cristal de las ventanas

puede quedar el mundo prisionero.

Sin luz para su noche.

Sin voz para su canto.

Cumplida la consigna

me tenderé en la milpa barbechada

a esperar que los vientos

con sus manos de niñas amorosas

me lleven a la altura.

Y cuando sea,

faz de tierra agrietada

me moriré en silencio

¡para no despertar a las luciérnagas.

 

 

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