Ingeniero Ambiental Abner Byron Villagómez Díaz
El glifosato en México es uno de los compuestos químicos usados para eliminar principalmente maleza (plantas ajenas a la producción) en cultivos, también es utilizado en el control de insectos y hongos. Este compuesto comenzó a utilizarse en México desde el año de 1980. Su uso indiscriminado ha provocado daños ambientales como contaminación de suelos, calidad del agua y fauna acuática, además de afectar indirectamente a polinizadores y otros insectos.
El presidente de México ha puesto en rigor el decreto en el que se establece las acciones para disminuir el uso de este agroquímico de alta toxicidad, la problemática de la legislación de este producto es el tiempo y los términos en el que se adoptó este decreto, teniendo la duda de las razones empleadas sobre el tiempo de ejercer este decreto que de 2020 para aplicarse en 2024 lo que significa un periodo de tres años para erradicarlo de la agricultura mexicana, la pregunta es ¿por qué tardar más tiempo aparte de lo que ya se ha usado, para poder erradicarlo?
¿Por qué se debería eliminar de inmediato?
Los daños causados por este compuesto químico son contundentes, ya que hay numerosas investigaciones de expertos donde señalan la toxicidad evidente de este producto, incluyendo la universidad de Buenos Aires, en donde desarrollaron el experimento en que exponen a abejas a concentraciones distintas de glifosato, las cuales a concentraciones bajas tuvieron mínimos cambios las abejas, pero aplicando dosis más altas (hablando en microdosis) las abejas tuvieron diferentes reacciones a las que fueron rociadas con menos concentración; estas acciones fueron de desorientación en diferentes ejemplares; la ingesta de glifosato en larvas, con una concentración similar a la que se detecta en residuos de colmenas en el campo, tiene daños negativos sobre el crecimiento y la fisiología de las crías con secuelas a largo plazo en la metamorfosis y el comportamiento, teniendo además datos de la toxicidad crónica que puede generar este compuesto.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que, como resultado de las evaluaciones, el herbicida glifosato y los insecticidas malatión y diazinón han sido clasificados como “probablemente cancerígenos para los seres humanos (Grupo 2a). Estos datos son alarmantes ya que lleva en uso desde hace 30 años en el mercado lo cual pone en evidencia la toxicidad del producto.
El decreto publicado el 31 de diciembre del 2020 en el DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN, menciona que se establecen las acciones que deberán realizar las dependencias y entidades que integran la administración pública federal, en el ámbito de sus competencias, para sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de la sustancia química denominada glifosato y de los agroquímicos utilizados en nuestro país que lo contienen como ingrediente activo, por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente.
La discusión de este decreto está abierta, ya que las acciones que proponen ejercer gradualmente para su implementación pueden afectar significativamente la salud y la productividad en el campo, así como el equilibrio en los ecosistemas, ya que el tiempo para erradicar este compuesto y los agroquímicos que apliquen como compuesto activo significan un riesgo creciente. Por ello, entre más rápido se erradique su uso, menos daños se presentarán para la salud humana y sus efectos sobre la diversidad biológica.
Las investigaciones sobre alternativas han avanzado, para que la sociedad transite hacia las prácticas sustentables y ambientalmente factibles teniendo amplias opciones para poder usar, en la producción agrícola, productos naturales, los cuales son compatibles con el ambiente y de baja toxicidad, técnicas antiguas de cultivo donde se incluyen todos los sistemas como benéficos (en el caso de las malezas e insectos), tratar esta problemática de cultivos con controles biológicos, los cuales, su eficiencia se encuentra ampliamente comprobada y documentada.