ARARO BAUSTISMOS Y CASAMIENTOS DE NATURALES  1625-1662

LEANDRO ESPINO CORDOBA, CRONISTA DE ARARO

Parte V

Autos de Visita


Los Auto de Visita eran el medio de control que tenía la Orden Religiosa Franciscana o el Obispo de Valladolid para vigilar que las normas dadas por el mismo obispo, el Provincial de la Orden o el Concilio de Trento o los Concilios Mexicanos fueran llevadas a la práctica u observadas en obediencia.

Ya en estos años, el celo evangelizador de los primeros frailes, había sido frenado o encaminado por el sendero de las normas eclesiástica. Muchos frailes no aceptaban toda esta normatividad y en cuanto a la administración de los sacramentos del Bautismo y Matrimonio les parecía que todas esas normas les frenaba su sentir apostólico.

Ni siquiera en la redacción de los elementos que debería tener el registro o el acta levantada, se obedecía. Esto se ve claramente en las discrepancias que hay entre los frailes a la hora de levantar o poner por escrito las actas de Bautismos o Casamientos.

La mayor parte son escritos escuetos, que apenas ponen lo indispensable, con letra a veces indescifrable. Aún así, podemos decir, que son fuente inapreciable para conocer esta Doctrina.

En el libro se anotan 26 Autos de Visita, lo cual nos habla de la importancia que tenía para las autoridades religiosas y para la Jerarquía esta supervisión constante de lo que se hacía en la impartición de estos dos sacramentos fundamentales en el concepto de la Iglesia Católica.

Se quería evitar a toda costa posibles desviaciones doctrinales, pues todavía estaba muy viva la Reforma de Lutero.  Aunque tenemos que decir que lo que se anotaba en el Auto de Visita, se hacía de manera rutinaria, sin examinar realmente los libros, en muchas ocasiones.

Casamientos

Es interesante la manera como se les denomina a los contrayentes en el libro. “Nuevos” o “Nuebos”, como muchas veces está escrito., son los contrayentes jóvenes, digamos vírgenes, o que no han sido casados ninguno de los dos, y que llegaban al altar generalmente a edad temprana.

Por descuido de los frailes no siempre se anotaba esta distinción. Las actas que la tienen son 111, ciento once. Otra anotación que se hace en algunas actas es “Viudos” y alcanzan la cantidad de 64, sesenta y cuatro.

Si reflexionamos un poco sobre este hecho, este dato es sintomático de cómo estaba la población en esta región. Lo generalizado es la muerte prematura, a edad temprana. Son más de la mitad de los casamientos nuevos.

No tenemos el dato de la edad que tenían los que se casaban en segundas nupcias. Pero, la muerte rondaba tanto en varones como en mujeres por igual. Pues es una cantidad escandalosa en tan breve lapso de tiempo del libro que vengo analizando.

La explicación es sencilla: el trabajo inhumano, la poca alimentación y las enfermedades hacían presa fácil a los indígenas. Otra denominación que se emplea en el libro es “Viudo-Nueva”, que si bien no fue un caso extraordinario si fue anotado por los frailes en 9, nueve, ocasiones.  Por último, se anotó el único caso que aparece en el libro: “Viejos”. Lo más probable es que se trate de un matrimonio cuyos contrayentes serían de edad avanzada.

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